jueves, 6 de diciembre de 2012

¿Y sin dinero?

Hace un par de días leí el siguiente comentario en Twitter:

"La Navidad era una fiesta familiar cristiana. Sin Dios quedó en una fiesta familiar. Sin familia quedó en una fiesta. ¿Y ahora sin dinero?"

Creo que es importante pensar en ello. Estos días, bajando a la universidad, cada vez tengo más ganas de que llegue la Navidad. El olor del ambiente; el frío que te impide ir leyendo por la calle, porque te lloran los ojos; las pequeñas heladas en los parques... Todo me recuerda que dentro de poco estaré en casa otra vez, y es una sensación que me encanta. Porque creo que Dios vino al mundo, y porque estoy a gusto con mi familia. Pero reconozco que cada vez son menos frecuentes las personas que piensan así, con lo que la Navidad queda en una fiesta que se ha inventado el Corte Inglés para que gastemos dinero o en una excusa perfecta para que la abuela nos reúna a todos y nos haga comer con unos familiares a los que no queremos contar nada de nuestra vida y mucho menos escuchar sus anécdotas.

Sea como sea tu forma de pensar, te dejo con una canción que no tiene nada que ver, pero que es imposible que no te guste (si no te gusta, nunca más aparezcas por este blog...).


No hay comentarios: