domingo, 2 de marzo de 2014

Noche con alemanes

Esta semana he tenido en mi "piso" a 3 alemanes, amigos de mi compañero Tobias. Entre que he estado enfermo y que tenía otras cosas que hacer, no había salido nada con ellos. Pero ayer uno me comentó que era su cumpleaños, así que a eso de las 20:30 nos fuimos los 5 a tomar unas cervezas. Empezamos en el Bierhalle, un bar bávaro en el centro de Wroclaw, con cerveza artesanal muy buena (y no muy barata, por ser Polonia). Axel, el alemán que cumplía años, me contó que en Alemania es típico invitar a una ronda cuando es tu aniversario, así que pidió un barril de 5 litros de cerveza que nos tomamos mientras hablábamos de política y matemáticas. Otro de los invitados se pidió aparte un chupito de tequila, que le costó 12zl (unos 3€). Yo, como buen amante del tequila, le dije que conocía un garito donde por ese precio tenías 4 chupitos. No hizo falta decir nada más para ir allí en cuanto terminamos el barril.

Llegamos al sitio en cuestión y Anthony (el que había pedido el tequila en el otro sitio) pidió 4 (porque Axel no quería). Como eso se acaba muy rápido y en ese garito no hay nada que hacer, Anthony pidió otros 4 y una cerveza para Axel. Allí me acerqué a Tobias, porque empezaba a sentirme incómodo por no hacer ni siquiera el amago de pagar mi parte, y le pregunté si debía invitar yo a esa ronda. Me dijo que no me preocupara, que Anthony se sentía feliz porque el tequila era baratísimo, y me informó de que sus 3 amigos tenían muy buenos trabajos en Alemania y ganaban un dinero importante. En ese momento vi claramente por dónde iría la noche...

Después de otras dos rondas de chupitos pagados por Anthony, decidimos cambiar de local, y fuimos a la antigua prisión de Wroclaw, donde hay un bar muy interesante que todavía no tenía localizado. Allí fue Tobias el que invitó a cervezas para todos (medio litro, que es la medida estándar en Polonia...), y Axel pidió algo que había visto en la carta el día anterior y le hizo gracia pero no se había atrevido a probar. Resultó que eran cuatro chupitos de vodka con limón y vainilla. Como Anthony ya estaba roncando en un sofá, nos tomamos los chupitos los otros 4. Mientras dábamos cuenta de nuestras cervezas, nos pusimos a jugar al futbolín (¿sabíais que es gratuito en casi todas partes menos en España? Yo no...). Cuando se nos acabó la cerveza alguien fue a por otras 4 y otra ronda de esos chupitos, que nos gustaron muchísimo.

A eso de las 3 decidimos despertar a Anthony para irnos de allí, y los alemanes decidieron que era el momento de ir a un strip-club, momento que yo aproveché para decir que me iba a casa, que no podía más. Axel me dijo que si el problema era el dinero, él me pagaba la entrada y las cervezas, pero le dije que no. Que no quería ir y que me iba a casa. Nos despedimos y me fui a dormir.

Al final fueron 2 litros de cerveza, 4 chupitos de tequila y 2 de vodka con limón y vainilla sin gastarme un duro. En España diréis lo que queráis de los alemanes, pero a mí me están cayendo muy bien los que voy conociendo...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Alucinant. Espero que cuando vaya a verte a Polonia, hagas tú de alemán...
Abz, nicocola

Ferran dijo...

Jo no us podria seguir pas el ritme, Micu!