viernes, 6 de mayo de 2011

05/05/05

Ayer, 5 de mayo, mi sobrinita cumplió 6 años. Es una niña preciosa y, aunque a veces es un poco llorona tiene un enorme corazón:



Yo, cumpliendo mi función de supertío, le compré un regalo para su cumpleaños, pero como mi presupuesto es limitado, no fue una gran cosa; simplemente, un globo de agua lleno de harina, con dos pequeños trozos de papel que hacen de ojos y unos hilitos de colores que le sirven de cabellos. Ya está.

Evidentemente, cuando lo vio preguntó: "¿Y esto qué es?". Yo se lo cogí, lo estiré un poco y apreté por debajo de los ojos para hacer una boca.

"¿Lo ves? Puedes hacer caras con esto". "¡Muchas gracias!". Me abrazó, me dió un beso y se puso a jugar con su nuevo regalo.


Al cabo de un rato, como me temía, el muñequito ya no daba mucho más de sí, y me dijo: "Me va mejor con plastilina...". Y, viendo la cara de pena que puse añadió rápidamente: "...¡Pero este regalo me encanta! ¡Muchísimas gracias, Nico!"



2 comentarios:

mòmo dijo...

Bueno, es cierto que tiene un gran corazón, pero también aprende con el ejemplo de su familia: de su supertío, por ejemplo. un besazo.

Ferran dijo...

¿Preciosa? Guapíssima!