Cada año, en mi casa, ponemos unos carteles para que Sus Majestades sepan dónde dejar los regalos de cada uno. Recuerdo que cuando yo era más pequeño, hacíamos cosas preciosas con mis hermanos: usábamos barro, cartulinas, madera... Pero esto se acabó. Ahora llevábamos 3 ó 4 años imprimiendo fotos de internet para usarlas como carteles: un año fuimos todos personajes de Disney, otro de los Increíbles, el año pasado fuimos villanos...
Es divertido, pero llega un momento en el que tienes que currártelo un poco más. Por esto, cuando este año me llamó mi sobrinita me llamó para decirme que este año quería que lo hiciéramos de princesas y príncipes, decidí que había que hacer algo divertido para que se olvidara de semejante idea. Y se me ocurrió:
Cogimos una caja de cartón del estanco de mi padre, y recortamos las letras necesarias para hacer nuestros nombres; pusimos las letras sobre diferentes cartulinas; salpicamos letras y cartulinas con pintura, y al retirar el cartón, quedaba todo salpicado, excepto una pequeña zona, en la que se leía la letra.
Siento no tener fotos del resultado final, pero puedo asegurar que quedó genial.
1 comentario:
Y encima tuviste a la sobrina entretenida una mañana entera, ¡estupendo!
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