viernes, 27 de abril de 2012

Seguir fingiendo...

Ayer fui a mi última clase de canto por este curso. Siempre he defendido que cada uno tiene tiempo para lo que quiere: hasta ayer, iba a clases de canto, soy entrenador de un equipo de fútbol, juego en dos equipos, toco con la Big Band de la universidad, leo un par de libros al mes, estoy enganchado a varias series y me estoy sacando una carrera (a mi manera, pero me la estoy sacando...), así que si lo he dejado no es por falta de tiempo, sino de ganas. Me explico: llevo casi año y medio yendo a clases de canto con heavies, y no es el estilo de música que más me atrae, sinceramente. He aprendido muchísimo de ellos, pero ha llegado un punto en el que ya no puedo más; me mandan canciones que no me gustan, así que no me las preparo ni las trabajo en casa, con lo que se convierte en una pérdida de tiempo. Por esto he decidido dejarlo.

Ayer, cuando se lo dije a mi profesor, me dijo que para despedirnos cantaríamos algo que a mí me gustara más, y nos pusimos con este temazo:



No sé si esa era la intención de mi profesor, pero me hizo pensar en lo que realmente quiero: mi gran sueño es dedicarme a la música, así que tengo que seguir con el show. ¿Para qué sirve tener una carrera? Para absolutamente nada, pero hay que seguir en ello. ¿Tengo más opciones de encontrar trabajo (hoy en día) sacándome la carrera de química que estudiando Teatro Musical? Definitivamente no, pero habrá que seguir en ello...
En mi opinión, el ir a la universidad está sobrevalorado. Me sacaré ese título para demostrar a la sociedad que soy más inteligente que esos tontos que hacen un FP... ¡Menuda tontería! Mi familia está haciendo un esfuerzo económico para que yo tenga un título que no quiero; a partir del curso que viene será todavía más caro matricularse, pero la gente que me rodea sigue empeñada en que me saque una carrera. ¿Para qué? Porque, gracias a Dios, tengo facilidad para los estudios, y sería desaprovechar mis dones dedicarme a algo tan banal como el teatro. Ahora estoy en edad de aprender, y la música no es un aprendizaje...

Sinceramente, no lo entiendo, pero procuraré sonreír y terminar con esto cuanto antes. Seguiré fingiendo que me gusta lo que hago...

The Show must go on!
Inside my heart is breaking,
my make-up may be flaking,
but my smile still stays on.

2 comentarios:

Dani dijo...

Sí, la verdad que la entrada es bastante intensa.

Yo no tengo mucho que decirte que no te haya dicho. Sabes que dedicarte al mundo del espectáculo es bastante jodido, ya que no solo dependes de ti, sino que te tienen que coger en los casting, tienes que tener buenos contactos y demás.
Estoy completamente de acuerdo contigo cuando dices que tener una carrera está sobrevalorado, porque desde luego una persona que tiene FP no es menos solo por eso. Pero también es verdad que si tienes una carrera tus posibilidades de encontrar trabajo aumentan puesto que puedes acceder a otros puestos de trabajo además de los que podrías sin ella.

Como bien has dicho, tú tienes facilidad para los estudios (y bastante, jodio!), por ello yo te animaría a seguir estudiando una carrera, aunque no sea química, magisterio por ejemplo, que eso sí te gusta, para que en caso de que no salga bien el mundo del espectáculo puedas vivir de algo.

D dijo...

Vale, se me ha olvidado una parte importante.

No tengo muchos amigos que se quieran dedicar a la música de forma profesional, solo tú y otra muchacha que estudia música clásica. Pero algo me habéis demostrado y es que estudiar canto, música y este tipo de cosas sí que es estudiar por mucho que haya una gran cantidad de gente que quieran demostrar lo contrario.