domingo, 19 de agosto de 2012

Unas vistas que te dejan sin aliento

Y, después de la boda, tocaba ir a la aventura, a disfrutar del país, no sin antes pasar por casa de los padres de Mercy a ver cuánto habían crecido los árboles que mis padres plantaron el septiembre pasado, cuando fueron a hablar del futuro compromiso.

Así pues, después de dejar a los recién casados haciendo papeles para poder arreglar su venida a Europa, la primera parada fue Iten, un pueblecito a 2000 metros de altura, en el que entrenan todos los maratonianos de Kenya y parte de los estranjeros. De hecho, el dueño del sitio en el que nos alojamos (Kerio View) nos dijo que poco antes habían estado allí alojados varios de los atletas que ahora se encontaban en Londres compitiendo por las medallas. Pero el tema del atletismo a mí me traía sin cuidado. Lo más impactante allí son las vistas: estás en la cima de un acantilado, desde donde ves a tus pies una inmensa extensión de campos, con sus animales, sus campesinos, algún esporádico coche que pasa, unas pocas cabañitas donde los campesinos viven con sus familias...
Había varios miradores, uno de los cuales no era más que rocas, en las que si dabas un paso en falso, te ibas a reunirte con tus antepasados, y la única protección: un cartel donde ponía "DANGER". En ese momento pensé en los miradores que tenemos por aquí, con vallas por todos lados, vigilantes pendientes de que nada haga el animal y un montón más de cosas inútiles. No creo que haya habido ninguna defunción por despeñamiento en el Kerio View...

Las vistas, desde el mirador natural

Mientras iba saliendo el sol, mi hermana nos enseñó el "Saludo al Sol",
un ejercicio de yoga con el que se empiezan las clases
Después de cenar al calor del hogar (la verdad es que hemos pasado más frío del que uno espera en África), nos acostamos temprano, porque nos habían dicho que la salida del sol es alucinante, y había que estar preparado a las 6:30 para no perdérselo. Evidentemente, a las 6 de la mañana algunos ya estábamos en el mirador, esperando. Poco a poco, se fue iluminando todo, aunque para ver salir el sol tuvios que esperar más, porque había unas nubes que lo tapaban, lo cual no hizo que el momento fuera menos memorable. Es algo que no os puedo explicar; tenéis que vivirlo...

...y por fin sale el sol

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