Así pues, después de dejar a los recién casados haciendo papeles para poder arreglar su venida a Europa, la primera parada fue Iten, un pueblecito a 2000 metros de altura, en el que entrenan todos los maratonianos de Kenya y parte de los estranjeros. De hecho, el dueño del sitio en el que nos alojamos (Kerio View) nos dijo que poco antes habían estado allí alojados varios de los atletas que ahora se encontaban en Londres compitiendo por las medallas. Pero el tema del atletismo a mí me traía sin cuidado. Lo más impactante allí son las vistas: estás en la cima de un acantilado, desde donde ves a tus pies una inmensa extensión de campos, con sus animales, sus campesinos, algún esporádico coche que pasa, unas pocas cabañitas donde los campesinos viven con sus familias...
Había varios miradores, uno de los cuales no era más que rocas, en las que si dabas un paso en falso, te ibas a reunirte con tus antepasados, y la única protección: un cartel donde ponía "DANGER". En ese momento pensé en los miradores que tenemos por aquí, con vallas por todos lados, vigilantes pendientes de que nada haga el animal y un montón más de cosas inútiles. No creo que haya habido ninguna defunción por despeñamiento en el Kerio View...
Las vistas, desde el mirador natural |
Mientras iba saliendo el sol, mi hermana nos enseñó el "Saludo al Sol", un ejercicio de yoga con el que se empiezan las clases |
...y por fin sale el sol |
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