domingo, 26 de enero de 2014

A Görlitz de madrugada

En el "piso" que hay justo al lado del mío (a ver si la semana que viene os cuento un poco cómo se organiza la residencia) viven un madrileño, un griego y un ruso con los que he hecho mucha amistad en estos meses que llevamos en Polonia. Por desgracia, los dos extranjeros sólo están aquí durante un cuatrimestre, lo que significa que pronto volverán a sus países... y quién sabe cuándo nos volveremos a ver. Había que pensar algún viaje que se pudiera organizar rápidamente y que estuviera al alcance de nuestro cada vez más limitado presupuesto. Después de hablarlo con Tobias (mi compañero de piso alemán del que también os hablaré pronto), nos decidimos por Görlitz, un pueblecito alemán en la frontera con Polonia, y de los pocos sitios que no fueron destruidos durante la guerra. Durante los preparativos se nos sumó Gaya, otra madrileña, de ascendencia india.

En el tren ya intuimos lo que nos esperaba, y Marcos
lo dejó plasmado en unos cristales congelados...

No teníamos mucho tiempo, así que salimos el sábado de madrugada: a las 5:15 en pie, coger un tranvía a las 5:45 y, después de unos ligeros contratiempos con los billetes, un tren a las 6:39. Creo que los 5 pasamos las 2 horas durmiendo, aunque luego nos levantamos helados, como los cristales del tren. Me parece increíble que en países así de frío no tengan una calefacción más potente en los trenes...
Llegamos a Zgorzelec a las 8:30, más o menos. Zgorzelec es el último pueblo de Polonia antes de entrar en Alemania, y está separado de Görlitz únicamente por un río. Salimos del tren, y lo primero que vimos fue que la estación no existe. Está hecha polvo. Curioso... Subimos las escaleras, y nos encontramos en una explanada de nieve, donde lo único que se reconoce es un McDonald's. Para terminar de arreglar estas horribles primeras impresiones de la ciudad, se nos acercan dos policías y, dirigiéndose a Gaya, dicen que son guardia fronteriza y le piden la identificación. Me parece extremadamente racista que vean un grupo de jóvenes y sólo pidan documentación a la chica de tez morena, así que pregunto: "Todos, ¿no?" Me mira y me contesta que por supuesto. Los 3 DNIs españoles nos los devuelven con extremada rapidez. El griego se lo miran un poco más. El ruso se lo llevan al coche. Y allí nos quedamos, y nos empezamos a dar cuenta del frío que hace. Debemos estar a -10ºC como mínimo... Después de varios minutos, los policías devuelven la documentación a Andrei y se van. Sin más. Sin un "lo sentimos, disculpad las molestias" o algo por el estilo. En fin, la autoridad...
Empezamos a caminar. Nos damos cuenta de que no sabemos en qué dirección queda Alemania y decidimos preguntar. Sin demasiados problemas (aparte del frío...) llegamos al río, donde nos sacamos algunas fotos y cruzamos el puente. Ya estamos en Alemania. Lo primero que visitamos es una gran iglesia (a la que llamamos "catedral" todo el rato, pero dudo que lo sea...). Preciosa por fuera, pero cerrada. Seguimos caminando sin saber dónde íbamos, y acabamos en un cementerio. Dimos media vuelta y seguimos vagando por una ciudad que parecía desierta. Llegamos al centro histórico, que parece un poco más animado y entramos en una cafetería a calentarnos un poco (no sé si ya lo he comentado, pero hacía mucho frío). Pedimos varios tés, Andrei pidió un chocolate caliente y Gaya compró un par de panecillos, con los que se preparó dos bocatas de tortilla, que llevaba preparada de casa. Ahí empezaron los problemas. Se acerca la mujer y nos dice que no podemos comer eso allí. Le explicamos que fuera hace muchísimo frío, y que solamente lo está preparando para comerlo más tarde. Acepta a regañadientes. Vuelve al cabo de un rato con los tés y ve a Gaya peleándose con la tortilla. Le vuelve a repetir que no puede y le volvemos a pedir misericordia. No queremos comerlo ahora, sólo prepararlo, porque fuera hace DEMASIADO FRÍO. Cuando va a marcharse ve que Marcos tiene un zumo debajo de la mesa. Le dice que tampoco puede beber ese zumo dentro de su establecimiento. Si no fuera PORQUE HACÍA MUCHO FRÍO, en ese mismo momento me hubiera ido de aquel sitio, pero sonreí, Marcos le dijo que sólo quería que se descongelara (es verdad que el zumo estaba congelado, pero también había estado bebiendo...), y la muchacha volvió a dejarnos tranquilos. Cuando se volvió a acercar con la cuenta le pregunté qué podíamos visitar en ese pueblo, y me miró con cara de "¿me estás tomando el pelo? Aquí no hay nada que visitar...". Dijo que teníamos un museo y una iglesia cerca que podíamos ver. Antes de irnos Gaya pidió una bolsa de plástico y la mujer le dijo que tenía que comprar algo para poder llevársela, a lo que Gaya contestó que había comprado los panecillos. Parece que eso ya no cuenta. Si no has pedido la bolsa en su momento, te quedas sin ella. Si alguna vez vuelvo a Görlitz sé dónde NO iré a tomar un té...

Salimos de allí, visitamos un par de cosas más, hicimos el tonto en la nieve, pasamos por el McDonald's a comer, y cogimos el tren de las 13:35 de vuelta. Tras media hora algo pasó con el tren, pero nos hicieron bajar, esperar 15 minutos en una estación donde también hacía mucho frío y coger otro tren, con el que llegamos a Wroclaw antes de las 16, cuando había gente de la residencia que todavía dormía. Mañana bien aprovechada, pero creo que no voy a hacer más viajes (a parte de UK, que ya tengo los billetes...) hasta que mejore el tiempo. El frío es más fuerte que yo, y no disfruto todo lo que podría.

Algunas fotos para acabar...

Primeras vistas al llegar a Görlitz. Pues vaya...
Problemas con la policía nada más llegar



No se aprecia muy bien, pero el río está congelado...

La expedición al completo, haciendo el tonto en la nieve...
De izquierda a derecha: Vasilhs, yo, Marcos, Andrei.
Se les echará de menos...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

NIco, i fer un ninot de neu??
I el joven no patinen pel riu??
A les fotografies esteu molt bé!!
Petons..
La mare

Nico dijo...

Un ninot de neu no el podia fer, jo, perquè no tinc guants! I cada vegada que treia les mans de les butxaques se'm quedaven glaçades...
I suposo que quan estigui més gelat el riu sí que patinaran, però per ara era una capa molt fineta, que es trencaria només de posar-hi el peu a sobre

Ferran dijo...

Quina patxoca que fas, amb aquest abric. Sembles un caçador de temporada, o un explorador al pol nord!

Marc Roig Tió dijo...

Exacte, jo també m'he fixat amb l'abric. D'on l'has tret? És teu???