martes, 4 de septiembre de 2012

Retomemos lo que habíamos dejado sin terminar

Voy a seguir hablando del viaje a Kenya, aunque tantos días pasados sin hablar del tema hacen que se me olviden algunos detalles (y entonces me pregunto, ¿qué idiota puede permitirse olvidar hasta el más pequeño detalle de un viaje así? Pues yo).

Lo habíamos dejado el 14 por la noche, así que lo retomamos el 15 por la mañana, día de la Asunción de María Santísima. Después de varias llamadas y mil contratiempos, conseguimos que nos digan dónde podemos asistir a una Misa católica esa mañana. Cargamos la furgoneta y nos vamos a la "iglesia". Lo pongo entre comillas, porque en realidad era una barraquita con un letrero pintado a mano en el que se podía leer "ST. LWANGA CATHOLIC CHURCH". Precioso, de verdad. Todo parecía indicar que tendríamos una Misa de pueblo como las que se ven en las películas (¿en qué películas? No lo sé, pero en algún sitio yo he visto cosas así...), pero nada más llegar se nos acerca un tío y nos dice que no habrá Misa. Que lo lamenta mucho, pero hay un único sacerdote para muchas parroquias, y en una fiesta tan señalada como esta, el cura se ha ido a una parroquia más importante. Pero no os preocupéis. Esto pasa a menudo, así que yo, que soy el catequista, voy a celebrar la liturgia de la palabra. Genial. Será una Misa a fin de cuentas, sin consagración y sin comunión, pero con un montón de bailes y de cantos y de todo lo demás! Esa gente sí que se cree lo que reza cuando canta... Se podrían contar mil cosas más de esa Misa: todas la niñas con sus uniformes bailando enfrente del altar; las señoras mayores que prácticamente no podían abrir lo ojos, pero que intentaban seguir el ritmo de los cantos dando palmas; todo el mundo queriendo hacerse fotos con nosotros a la salida...

La "iglesia"

Mi padre se animó con los instrumentos al finalizar la Misa...

Después de muuuuchas horas de furgoneta y de parar a comer algo por el camino, llegamos a Nyeri, donde nos esperaba Petra, la alemana que regenta el negocio, que nos enseñó nuestro bungalow en el que dormíamos los hijos y la habitación en la que dormían mis padres. Acto seguido nos invitaron a tomar el té con la familia y nos dejaron una guitarra para cantar canciones y hacer un poco el animal. Se veía a venir que éste sería el sitio en el que más disfrutaríamos (dejando a un lado la boda, claro)...

Mi hermano cantando, y mi padre y mi hermana, aluciando
Por el camino nos paró una señora para vendernos té y café.
Dicen que el café kenyano es del mejor que existe en el mundo... ¡y es muy barato!
Aquí dormíamos mi hermano, mis 2 hermanas, mi cuñado, mi sobrina y yo.
Divertido no, lo siguiente. Y si lo vierais por dentro, fliparíais...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Missa tipu Blues Brothers?!

Nico dijo...

Home, la instrumentació era més rudimentària, però sí. Més o menys va ser això... jajaja

Ferran dijo...

Ei, no havia vist el peu de foto del pare i la Maria al·lucinant, haha!