martes, 24 de diciembre de 2013

¿Eres feliz?

Se está acabando el año, y llegan esos días en los que a todo el mundo le entran las prisas por cambiar, por mejorar. Se hacen propósitos de año nuevo que en la mayoría de los casos morirán antes de fin de mes... Pero esto no quita que sea bueno pararse a reflexionar sobre lo que ha sido este último año.

Ayer fui a mi antiguo colegio a jugar un partido de fútbol con ex-alumnos. Después de perder humillantemente ante los "pequeños", tuvimos un retiro espiritual. Creo que llevaba más de medio año sin hacer uno (asistí a uno en Polonia, pero sólo entendí la bendición, porque era en latín...), y lo aproveché lo mejor que pude. Lo primero que hicimos fueron unos minutos de lectura de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, del Papa Francisco. Espectacular. No necesité nada más. Durante el resto del retiro fui dándole vueltas a las palabras del Santo Padre: cómo habla de la felicidad, del gozo y de la alegría de una forma muy distinta a cómo se entiende hoy en día. Muy distinta a cómo se entiende cuando estás de Erasmus...
Este año he tomado muchas decisiones equivocadas. Más que de costumbre. He hecho y dicho cosas que hubiera preferido no hacer o decir. Ahora mismo, cuando la gente me pregunta por mi Erasmus, suelo decir que "estoy disfrutando como nunca", que "me lo estoy pasando genial"... pero nadie pregunta si soy feliz. Parece que son conceptos que van relacionados. Pero no. Todos estos errores de 2013 están en mi cabeza. Les doy vueltas y más vueltas, y me impiden ser feliz. He perdido esa alegría cristiana de la que habla el Papa, y lo voy notando año tras año...
No sabía muy bien cómo recuperar lo perdido. Mis hábitos diarios vienen siendo los mismos durante estos años. No hubo ningún cambio radical en ningún momento, con lo cual tampoco debería haberlo ahora. Mientras daba vueltas y más vueltas a todo esto, me vino a la cabeza la frase de una película que vi hace poco tiempo: "When you forgive, you love. And when you love, God's light shines on you" ("cuando perdonas, amas. Y cuando amas, la luz de Dios brilla en ti"). Estaba claro. Necesitaba perdonar. No sólo a los demás, sino sobretodo a mí mismo. Me guardo rencor por todas mis malas decisiones. Continuamente pienso en formas de cambiar los que ya está hecho. ¿Cómo podría haber actuado? ¿Qué hubiera sido mejor? Se acabó. Cuando uno se equivoca, debe disculparse, rectificar siempre que se pueda, aprender de los errores, pero no estancarse en ellos. Perdonarse a uno mismo es vital para seguir siempre adelante... Y esto no será un propósito de año nuevo. Es un propósito de YA.

Durante las vacaciones la gente pierde menos el tiempo en el ordenador. Tengo comprobado que las visitas durante Navidad y verano descienden considerablemente. Probablemente aproveche este detalle para escribir esto ahora...

domingo, 15 de diciembre de 2013

La imagen del viaje

Este fue mi viaje para volver de Bruselas a Wrolcaw. Más de 1300 km. Lo rojo lo hice en tren. Lo azul, en coche...

Haced "click" en la imagen para verla más grande...

martes, 26 de noviembre de 2013

¿Quiénes son los idiotas?

De vez en cuando aquí en Wroclaw se organizan tardes/noches de cine internacional, en las que la gente propone películas de sus países natales y se ven en versión original con subtítulos en inglés. Fui invitado por una amiga a la última sesión y se debatía entre dos posibles películas: Nueve Reinas (Argentina) y 3 idiots (India). La película argentina ya la había visto, y la india me sonaba a comedia absurda, pero como no tenía nada mejor que hacer, decidí ir a ver... Ganó la película asiática, y no os podéis imaginar la sorpresa que me llevé.
Hace varios años ya vi una película de Bollywood, Lagaan, que un buen amigo de la familia recomendó a mi padre, y la verdad es que también me sorprendió. Aunque los números musicales se me hacen pesados, esa visión ultra-optimista que tienen de la vida me cogió. En esa película el protagonista resuelve el tema de las castas en la India, la opresión británica y otros aspectos complicados de la vida en los pueblecitos indios en la época victoriana simplemente jugando al cricket. En la de 3 idiots el protagonista (que es el mismo actor...) es un estudiante de ingeniería top. Es el mejor con diferencia, pero es diferente al resto. No se conforma con eso. No le interesa ser el mejor, sino hacer lo que da sentido a su vida, lo que está en el fondo de su corazón. Por este motivo choca con una sociedad en la que el destino de cada uno está fijado desde el momento en que naces, en la que desde pequeño te enseñan que la vida es una carrera, y que nadie recuerda nunca al segundo clasificado; con una educación en la que se premia la memorización y no el aprendizaje...



En fin, no quiero contaros más. Vedla vosotros mismos, y os aseguro que descubriréis cosas maravillosas!

domingo, 24 de noviembre de 2013

El regreso III: noche de desesperación

Por suerte, la estación de servicio en la que me dejó Jaroslav era 24 horas, así que me metí dentro para no pasar frío. Les conté mi historia al chico y la chica que estaban trabajando, y aunque no hablaban mucho inglés parecían dispuestos a ayudarme: a un par de personas que entraron les preguntaron en checo si se dirigían a Polonia, pero no hubo suerte y pronto dejaron de molestarse, así que me tocó a mí intentar hacerles entender a los pobres conductores mi propósito. Por desgracia, la mayoría de personas en la República Checa parece que flaquean en inglés... Pregunté a la chica cómo se llamaba la ciudad en la que me habían dejado, y me informó que era un pueblecito a unos 20km de Praga llamado Nupaky. Cogí una de las guías que tenían a la venta para situarme y ver dónde estaba, y me pareció que no era el mejor sitio para dirigirse a Polonia, así que pregunté a la muchacha si había mucha gente dirigiéndose a Polonia. Me dijo que creía que sí. Que todo el mundo que pasara por allí iba en dirección Praga, y que para ir a Polonia había que pasar por Praga, así que mi ánimo no decaía. La gente llegaba con cuentagotas (no hay que olvidar que era las tantas de la madrugada...), y nadie parecía dispuesto a llevarme. Además, la mayoría de gente que venía eran camioneros, y me enteré más tarde que es muy complicado que te lleven en un camión, por temas de seguro y esas cosas, que la empresa no lo cubre. Me senté en una mesa e intenté echar una cabezadita, pero me despertaba con cada persona que entraba y volvía a la carga. Así pasaron horas y horas. Empezaba a preocuparme, pero estaba seguro de que por la mañana pasaría más gente, así que me comí los sándwiches que todavía llevaba conmigo y esperé con paciencia. A eso de las 6 de la mañana empezó a haber más movimiento. Venían más coches, pero nadie iba hacia Polonia... El tiempo seguía pasando y la gente seguía diciéndome que no. Salí a ver si podía irme andando hacia el pueblo, pero estaba en plena autopista, y por allí no se puede andar... Empezaba a desesperarme, así que decidí preguntar por Praga en vez de Polonia. Ya no quería hacer autostop: llevaba allí casi 4 horas y no había habido ningún tipo de progreso, así que lo tenía clarísimo: que alguien me llevara a Praga, y desde allí cogería un tren hasta Wroclaw. Iluso de mí. Parece que la gente en la República Checa no está acostumbrada a esto del autostop, y aunque bastante gente me dijo que iba a Praga, luego no me querían llevar. Llegaron otros tres empleados, con lo que una nueva idea pasó por mi cabeza: el chico y la chica con los que he pasado toda la noche me pueden llevar a Praga cuando cambien de turno. Así pues, a las 7, cuando vi que se iban me dirigí a ellos con la mejor cara de pena que supe poner y les pedí que me llevaran a Praga. El chico enseguida me dijo que no, que no iban a Praga. Le pedí que me llevara a cualquier sitio, que sólo quería coger un tren e irme a casa. Sin ni siquiera mirarme, mientras se metía en el coche me dijo: "coge el autobús". ¿El autobús? ¿Qué autobús? No hay respuesta... Por suerte, uno de los nuevos empleados era mejor persona, y se me acercó para indicarme que había una parada de bus justo al lado de la gasolinera. Era un servicio gratuito para los transportistas que trabajaban en unas oficinas que había allí, pero en principio nadie tendría que ponerme ningún inconveniente... Así que esperé en la parada y a las 7:30, después de dejar bajar a toda la gente, subí yo solo. El conductor me miró y me dijo algo en checo que interpreté como un "¿adónde vas?". Dije Praga muy orgulloso y me indicó que me bajara del bus. No me lo podía creer. ¡Jamás saldría de esa gasolinera! Con lágrimas en los ojos fui a buscar a mi amigo empleado y le conté la situación. Me dijo que no me preocupara, que en media hora llegaba otro y que él mismo iría a hablar con el conductor para que me dejara subir. Y así lo hizo. A las 8 nos fuimos los dos al bus, le explicó al conductor mi situación en checo y éste dio su beneplácito.
Ya en Praga, me metí en el metro y me dirigí a la estación central. Allí pregunté en la "Ticket's office" por el primer billete a Wroclaw. La mujer me sacó un planning para coger tres trenes diferentes, con una hora de transbordo entre cada uno de ellos. Me indicó que eso era necesario, porque los trenes iban un poco mal en la República Checa... Me salió por 14€, eran aproximadamente las 9 de la mañana, y el tren no salía hasta las 11:47, así que me fui a dar una vuelta por Praga, a buscar un centro comercial donde poder comer algo sin tener que cambiar de moneda y usar un baño sin tener que pagar. Mis ánimos entonces estaban por las nubes, así que al llegar al centro comercial, me senté en un McDonald's para tener WiFi y empecé a escribir a todo el mundo diciendo que ya no había nada de qué preocuparse, que todo estaba arreglado y que a las 18:23 llegaría a Wroclaw. Una vez más, iluso de mí. Cuando acabé con eso, todavía me quedaba un buen tiempo, así que me di una vuelta por el centro comercial y encontré una enorme librería, en la que me compré The day of the Jackal, de Frederick Forsyth, para hacer más ameno el viaje.

"It may take a little longer but I'll know how to find my
way back..."
The Eels - Railroad Man
Cuando llegó la hora, me fui de nuevo a la estación, subí al tren, me senté en el primer compartimento que encontré vacío e intenté leer, pero el cansancio y el inglés podían conmigo, y los ojos se me cerraban. La cosa iba bien. La lluvia había amainado, y el sol me daba en la cara mientras escuchaba canciones que me llenaban de optimismo. Íbamos a la hora en cada estación, no había retrasos ni imprevistos... hasta la penúltima estación. Allí estuvimos parados durante 45 minutos, esperando otro tren que tenía que unirse al nuestro. Eso todavía me dejaba 15 minutos de margen entre tren y tren. Avanzamos. Muuuuuy despacio. Y nos paramos de nuevo en medio de la vía. Pregunté a la chica del compartimento de al lado qué debía hacer si perdía el enlace. Me dijo que no me preocupara, que bajara en la estación prevista y que allí me lo arreglarían. Al final llegamos a Ústí nad Orlicí con más o menos una hora y media de retraso...
Salí del tren bastante mosqueado. Enseñé mi plan de viaje al jefe de estación y le pregunté qué tenía que hacer. Me dijo que mi próximo tren pasaba a las 5 de la tarde. No me lo podía creer, así que le pregunté si no había otra forma de llegar a Wroclaw, y su respuesta fue: “no es mi problema si tu tren se ha retrasado…”. Ese fue el único momento en toda mi aventura en que realmente perdí los papeles. Le grité que mi problema tampoco era, y que si él trabajaba allí algo de culpa podía asumir. A lo que sólo me dijo que preguntara en la “Ticket’s office”. Allí me dirigí, intentando calmarme y le pregunté lo mismo a la señora que estaba trabajando. Me dijo que no me preocupara, me explicó que había algunos trozos de la vía que estaban arreglando y que estaban acostumbrados a esos retrasos, con lo que también estaban preparados. Me imprimió dos nuevos plannings (sin que me costara más dinero): en uno tenía que coger tres trenes más; el otro era directo a Wroclaw pero llegaba más tarde. Le pregunté si no era mejor esperar y coger el directo para no tener más problemas con lo de los arreglos en las vías, pero me dijo que no. Me enseñó las estaciones por las que pasaban mis tres trenes, y todas coincidían con las estaciones por las que pasaba el que iba directo, con lo que si volvía a tener problemas sólo tenía que esperar en cualquier estación a que llegara el directo. Se lo agradecí un montón y como tenía más de una hora de espera, decidí ir a dar una vuelta por el pueblo. Entré en un par de bares para tomar una cerveza, pero en ningún sitio me dejaban pagar con tarjeta, así que volví a la estación y me puse a leer.

Esta foto la hice en la estación después de que me dijeran que "algunos
tramos de la vía" estaba siendo reparados. Como podéis ver, sería más
apropiado decir que "algunos tramos de la vía están bien"...
Mi siguiente tren llegó puntual, y me bajé a las pocas paradas en Lichkov. Allí tenía que coger un tren que me llevara a Miedzylesie y luego otro a Wroclaw, pero el tren que estaba esperándome ponía que se dirigía directamente a Wroclaw. Pregunté a un par de personas pero nadie sabía nada, así que me senté y esperé. Si realmente ese tren iba a Wroclaw, todavía mejor. Arrancamos, y en cuanto vino el revisor le pregunté si íbamos a Wroclaw. Me dijo que sí, confirmó que la hora de llegada era la que yo esperaba, y ahora sí que todo se estaba acabando. Tenía el planning entero, así que en cada estación controlaba que fuéramos a la hora, y así era. A lo mejor llevábamos 5 ó 10 minutos de retraso, pero esto en la República Checa no es nada (ni en España tampoco…).
Finalmente, cerca de las 20:30 (casi 40 horas después de haber empezado la aventura...) llegué a Wroclaw. Allí todavía tuve algún que otro imprevisto ayudando a un austriaco al que había conocido en el último tren y al intentar llegar a la residencia en tranvía, pero eso ya no importaba. Me sentía en casa...

viernes, 22 de noviembre de 2013

El regreso II: un ángel checo llamado Jaroslav

Mediante gestos y algunas palabras en polaco (que creo que es parecido al checo), le dije que me llamaba Nico, nombre que no se le olvidó, y él tuvo que repetir Jaroslav un par de veces para que a mí me quedara claro el suyo. Empezamos a tirar, intentando conversar, pero no llegábamos a entendernos, así que me limité a cruzarme de brazos y escuchar el CD de música checa que tenía mi conductor. A los pocos minutos Jaroslav gritó: ¡¡¡NICO!!! Sobresaltado le miré y dijo "bla, bla, bla", a la vez que me hacía gestos como indicándome que le contara algo. Intenté hablar en inglés. Él me contestó algo en checo. Chapurreé algo de polaco. Hizo un gesto como diciendo "bah, no hace falta ni que te esfuerces", así que volví a mi postura inicial. Pero a los 15 minutos o así otro grito y la misma historia. Eso se repitió varias veces, y todo lo que conseguí contestarle fue que soy de Barcelona, que estoy de Erasmus en Wroclaw (esta parte no estoy muy seguro de si la entendió...) y que mis padres se llaman Enric y Maria y viven en España. Al rato de estar conduciendo paró en un descampado para bajar a hacer sus necesidades (tengo que aclarar que en muchos países de la zona, los baños públicos son de pago, y el amigo tenía que mear a menudo. Pero no os preocupéis, sólo os contaré la primera vez porque me impactó; el resto fueron igual). Como decía, pues, bajó y me dejó en el coche CON LAS LLAVES PUESTAS Y EL COCHE EN MARCHA! Cuando le cuentas a la gente que harás autostop, por lo general imaginan lo peor: a ver si te van a secuestrar, si no te va a coger nadie y morirás de frío en cualquier carretera... ¿Por qué cuesta tanto aceptar que la gente no es mala? ¿Por qué seguimos desconfiando de nuestros hermanos? Jaroslav apenas sabía nada de mí, no me entendía cuando hablaba y yo no le entendía a él, y sin embargo se fiaba de mí. Dudo que en ningún momento pensara que podía cambiarme de asiento y robarle el coche, porque es algo que él no haría. Mi padre me enseñó hace tiempo que sólo piensas que te pueden hacer lo que tú también harías: si piensas que te robarán, es porque tú lo harías; si prestas dinero y piensas que no te lo devolverán, es porque tú no lo devolverías... Y en muchos aspectos, Jaroslav me recordaba a mi padre.
Sigamos. Después de hacer lo suyo, Jaroslav se metió de nuevo en el coche, y tras otro intento fallido de conversación, me dijo que durmiera un rato, y así lo hice. El viaje fue transcurriendo con normalidad hasta que llegamos a un pueblecito a unos 100 km de Frankfurt llamado Kamp-Bornhofen, donde paró el coche en lo que parecía un parking particular y me indicó que me bajara. Nos metimos en una casa, donde nos recibió otro señor mayor, que se puso a hablar amigablemente en alemán con Jaroslav. Nos llevó a su patio (muy bonito, pero poco cuidado...), y nos metimos en una barraquita que me recordaba a la que tiene mi abuelo en su viñedo: lleno de herramientas sin orden aparente, sucia... y llena de pájaros (eso no está en la de mi abuelo). Jaroslav se puso a mirar los pájaros con atención y escogió 5. Después de hacer cuentas en un pedazo de papel que encontró por allí, los dos hombres acordaron que 300€ por los 5 pájaros era una buena cantidad. Jaroslav dio el dinero al señor, metió los pájaros en una caja y salimos de la barraca. Al volver a entrar en casa, Jaroslav se quitó las botas y me indicó que hiciera lo mismo, cosa que hice, y le seguí al salón, donde el señor nos sirvió café y rebanadas de pan con salami y jamón (ahumado...). Nuestro anfitrión se puso a hablar en alemán con Jaroslav, y supongo que éste le dijo que ni lo intentara conmigo, porque no lo hizo. Después de la merienda nos calzamos y volvimos al coche con los pájaros, que metió en el maletero, donde pude ver que ya tenía otra caja con a saber cuántos pájaros más.
Reanudamos nuestro camino, y en una hora aproximadamente ya estábamos en Frankfurt. Me daba penita despedirme de Jaroslav, pero le dije que me dejara en cualquier gasolinera, porque también echaba de menos un poco de conversación con alguien que entendiera mi idioma... Y problemas otra vez. Empezó a preguntarme dónde estaba mi hotel. "Hotel?", decía él. "No hotel", decía yo, "gas station". Y Jaroslav movía la cabeza diciendo que no. Y volvía a insistir con lo del hotel, y me hacía gestos como que tenía que dormir. Intenté explicarle que quería para en una gasolinera para montarme en otro coche y, si Dios quiere, dormir en Polonia. Hablando, hablando, dejamos atrás Frankfurt. Me señaló y dijo "Praha". Y se acabó la discusión. Tampoco era un mal plan: la República Checa está debajo de Polonia, y Wroclaw está al sur, así que podía reajustar mis planes. 
Seguimos tirando, y pasamos Würzburg (donde estuve tentado de decirle que parara porque tengo un amigo de Erasmus...), Nüremberg, y seguíamos tirando. Yo seguía llevando mis sándwiches en el bolsillo del abrigo, y empezaba a ser hora de cenar, así que los saqué. Jaroslav me miró y me dijo que lo guardara otra vez. Pensé que no quería que comiera en su coche (aunque no estaba precisamente limpio, que digamos...). Paró en otro descampado, regó el césped, cogió una bolsa de la parte de atrás del coche y sacó dos sándwiches: me ofreció uno y empezó a comer el otro. Le dije que tenía los míos e insistió en que comiera su bocadillo, así que me lo comí. Cuando terminamos, sacó otros dos, y se repitió la misma escena, aunque esa vez insistí un poco más en que yo ya tenía comida, y se puso a gritar en checo, así que al final me comí la mitad de su cena. Me ofreció agua y reanudamos la marcha sin más problemas. A eso de las 12 de la noche paró en una estación de servició y me dijo que necesitaba dormir. Dejó el aire funcionando para no morirnos de frío, sacó una almohada grande, me miró y me la ofreció. Luego sacó otra pequeñita para él y una manta suficientemente grande para taparnos a los dos. Reclinamos los asientos y dormimos durante una hora y media.
Este era el plan inicial. Como podéis ver, no tardé mucho en cambiar...
Cuando nos despertamos me volvió a preguntar si mi destino final era Wroclaw. Le respondí que sí y consultó la ruta desde Praga en su GPS. En ese momento un pensamiento cruzó mi mente: Jaroslav es mi ángel de la guarda y me va a llevar a Wroclaw. Pero no, sólo quería decirme los kilómetros que me faltarían... A eso de las 3 de la mañana me dejó en una estación de servicio a unos 30 km de Praga, me dijo que él vivía bastante más lejos, me pidió mi correo electrónico y ya no he vuelto a saber más de Jaroslav. Ojalá algún día reciba un correo suyo...

Y una vez más, tengo que dejar el final para otro día. Espero terminar la historia mañana o el domingo (ya queda poco...).

jueves, 21 de noviembre de 2013

El regreso (o cómo recorrer más de 800 km sin pagar un duro...)

Bueno, vamos allá. El martes me levanté a eso de las 6 de la mañana para empezar el duro regreso a casa desde Bélgica. Había tenido problemas con mi supuesto conductor en BlaBlaCar la noche anterior, así que la opción que me parecía más acertada en ese momento era hacer autostop hasta Polonia. Mis amigos me convencieron para que primero cogiera un tren hasta Lieja, y desde allí sería más fácil pillar algún coche que fuera a Alemania, así que Olga y yo nos fuimos a la estación, con intención de coger el tren de las 8:01, y allí empezaron los problemas. Nada más llegar a la estación central se nos acerca un chaval joven con un micro y empieza a hablarnos en francés. Olga habla con él un rato. Entiendo algo sobre una huelga y una entrevista para Radio Bruselas. Olga dice que no. El chaval me mira. Le digo que no hablo francés, y me cuenta todo en inglés. Hay una huelga y al parecer no se ha avisado por ningún medio, con lo cual es imposible que la gente se haya enterado. Nos acercamos a las pantallas y vemos que el tren a Lieja de las 8:01 está cancelado. El amigo me hace una entrevista rápida en inglés y me desea suerte en mi viaje. Ahora hay dos opciones: un tren a las 8:07 y otro a las 8:35. Me decido por el último, porque llega antes (no me preguntéis cómo) y así tengo tiempo a desayunar algo en Bruselas.
Olga y yo nos sentamos en unas mesas enfrente de las pantallas para ir controlando los trenes mientras tomamos un café. Vemos con horror como algunos trenes son cancelados y la mayoría vienen con retraso. El de las 8:07 dice que lleva "retraso indeterminado". A los 10 minutos ya dice que se ha cancelado. Cada vez hay menos espacio para nuevos trenes en las pantallas, debido al alto número de retrasos que se van acumulando. A las 8:30 bajamos al andén, no vaya a ser que justo este tren llegue puntual... y así es. A las 8:35 llega mi tren, me despido de Olga, y encaro el autostop con ánimo, visto que con el tren he tenido mucha suerte.



Poco antes de las 10 llego a Lieja, y empiezo a andar sin saber muy bien a dónde me dirijo. Intento seguir los carteles que indican la autopista en dirección Aachen, que ya es ciudad alemana y me sirve como referencia. Encuentro una entrada a la autopista donde hay un semáforo, y decido que es un buen sitio para esperar, porque no hay peligro y los coches van en la dirección deseada. Error. Después de que varios conductores me hagan un "no" con la cabeza al verme levantar el pulgar, se para un amigo y me pregunta dónde voy. "Germany, Poland...". "Sorry, I'm going to Namur...". Totalmente en la dirección opuesta, así que esa entrada era para ambos sentidos. Empiezo a desanimarme, pero a los 15 minutos para un cochazo y me dice que me suba, sin ni siquiera preguntar dónde voy. Después de darle las gracias le digo hacia donde me dirijo, y me informa de que él va a Namur, como el de antes, pero que puede acercarme a una estación de servicio a unos 15km, por donde pasan muchos camiones dirección Alemania. Se lo agradezco y enseguida hace una llamada con su manos libres. No sé mucho francés, pero entendí que hablaba con su secretaria para aplazar una reunión, porque había tenido un contratiempo y llegaría un poco tarde. Gracias a Dios, todavía hay gente buena en el mundo. Así que me dejó en la Aire de Tignée, donde yo no tenía muy claro qué hacer o dónde ponerme.
Empecé poniéndome en la puerta de la estación de servicio, preguntando a todo el que pasaba si me podían llevar a Alemania. La mayoría decían que no podían, que iban en otra dirección. Bastantes sencillamente no me entendían. Y por último, algunos pocos, me decían que no querían. Tal cual. No hay de qué culparles, pero duele que la gente no se fíe de ti... Decidí cambiar mi estrategia para no recibir esas decepciones. Me fui hacia la salida de la gasolinera, en una rotonda en la que había un pequeño recodo donde un coche se podía para si quería. Pero nadie paró. La verdad es que una rotonda no es el mejor sitio para colocarse... Estaba lloviendo, así que decidí volver a mi puesto inicial, donde al menos no me mojaba y me podía resguardar mejor del viento. Y desde allí, vi un puesto mejor: otra salida, debajo de un puente para no mojarme, por donde los coches tenían que pasar muy despacito y no sería un problema parar. Levanté el dedo y después de unos pocos coches, uno se paró y me preguntó. "Germany?", dije yo. "France", dijo él. La historia se repitió un par de veces más. Llevaba ya unas dos horas en la estación de servicio, y perdía la esperanza de que alguien fuera a Alemania. Me moría de frío, tenía que ir al baño y el hambre empezaba a notarse, así que decidí que entrar un rato no empeoraría las cosas. Después de trabajar bien en el baño, me compré un par de sándwiches para el viaje. Y entonces vi a mi salvador: una matrícula de la República Checa. Guardé mi comida en los bolsillos de mi abrigo, le abordé y... nueva decepción: no habla inglés. De alguna forma entiende que le estoy preguntando si va a Praga, y me responde que sí, a la vez que me hace gestos para que espere. Se mete en la estación de servicio. Vuelve a salir, va a su coche, coge algo y vuelve a entrar, a la vez que me mira y me repite que espere. Cada vez tengo más claro que el pobre hombre no sabe cómo decirme que no, así que evito mirarle cuando sale otra vez. Pero se me acerca, y me pregunta si voy a Praga. Estaba preparado para eso, así que llevaba una foto en el móvil del camino que más o menos tenía previsto seguir. Me miró decepcionado, y me dijo que su ruta era Frankfurt, Nüremberg, Praga. Me pregunta si me sirve alguno de esos sitios, y yo le digo que por supuesto. Estaba desesperado por abandonar esa gasolinera. Entrar en Alemania lo veía como una solución más que aceptable, así que le hice entender que Frankfurt me venía bien...

Mañana termino. Lo prometo.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Un paréntesis para invitar a SOÑAR

Perdón por no terminar mi aventura en Bruselas. Todo llegará, pero ahora mismo tengo la cabeza en otras cosas que en escribir en el blog. Espero ponerme a ello la semana que viene y poneros un poco al día. Por ahora, os dejo con este vídeo con el que me he cruzado en Facebook. Un vídeo que nos anima a soñar, a no tener miedo a intentar, diga lo que diga la gente a nuestro alrededor.
En fin, miradlo y opinad vosotros mismos:

domingo, 10 de noviembre de 2013

Segunda parte: Bruselas

Supongo que todos habréis oído hablar de la cerveza belga. Si no lo habéis hecho, os diré una única palabra: sensacional. Es la mejor cerveza que he probado nunca. Así que después de comer algo en el sitio de fritos, Olga y yo nos fuimos directamente a buscar un bar donde tomar una buena cerveza. Y el sitio fue el Delirium, el local que tiene el Record Guinness de "Bar con mayor número de cervezas". Para que os hagáis una idea, tienen un libro con la oferta de birras. Olga se pidió una Delirium, la cerveza propia del bar, y yo una Kasteel tostada. Buenísima. De camino allí habíamos pasado por la Grand-Place, la plaza del ayuntamiento, un sitio precioso donde estaría muy bien ponerse a tocar el saxo, y en la entrada del Delirium también pudimos ver la Jeanneke Pis, y si el Manneken Pis ya es ordinario, eso lo es todavía más. Es un simple reclamo turístico para que te acerques al bar...

La primera de muchas cervezas en Bélgica, en el Delirium...
Después de ir a casa y descargar las cosas, fuimos otra vez al centro, a conocer más bares y más cerveza.
Leef, Chimay, Maredsous, Grimbergen, Keizer Karel, Maes... Y por la noche, Pulp Fiction y a dormir.

En el Atomium. Como veis, también he hecho visitas turísticas...
El domingo por la mañana fui a una Misa en español que encontré por allí, comimos, y por la tarde un poco de visita turística, para que no se diga que sólo he ido a beber. Primero fuimos al parque del centenario, a ver el Atomium, una escultura que muestra un cristal de hierro, ampliado varias veces, y que dos químicos no podían dejar de visitar... Después de esto, fuimos al lado del río, donde había un supuesto espectáculo de luces... Unas cuantas proyecciones sobre los edificios, un hombre jugando con la electricidad, unos espejos para tocar las pelotas a los peatones... Así que terminamos yendo al único RockBar de la ciudad. Vacío. Se ve que siempre lo está y no sé por qué. Pedí al camarero que me pusiera algo de Queen, y el amigo se marcó el concierto de Wembley entero. Yo ya sé dónde pasaría todas las noches si viviera allí...

"La Corne du Bois des Pendus"
El lunes era mi último día entero en Bélgica, y para celebrarlo, Olga me llevó a su clase de francés. 3 horas, casi nada... Por suerte me dejó su libro electrónico y se me pasó bastante rápido. Y después de comer, a por las últimas cervezas. Fuimos a un bar a tomar La Corne, una cerveza curiosa por el vaso en el que te la sirven, que tiene forma de cuerno. Y luego a pedir unas patatas fritas al sitio donde dicen que tienen las mejores de toda la ciudad (¡que ya es decir!): el puestecito de Antoine, en la plaza Jourdan. La tienda está en el centro de la plaza, y tiene una especie de acuerdo con la mayoría de bares de allí, para que te dejen entrar con su comida a tomar una cerveza. Así todos salen ganando.


Y el martes...

jueves, 7 de noviembre de 2013

Primera parte de un viaje accidentado

El plan era ir a Bruselas, a ver a una amiga de la carrera que está de Erasmus allí y que me ofrecía alojamiento gratuito gastando lo mínimo en el viaje. Parecía que ir en avión sería barato, porque hay Ryanair directo Wroclaw-Brussels, pero hay que contar con que al dinero del avión hay que sumarle unos 20€ del bus que te lleva del aeropuerto al centro de la capital belga, así que opté por BlaBlaCar (muy recomendable, y parece que bastante extendido por Polonia). Encontré un tal Wojtek, que se ofrecía a llevarme a Antwerpen. Le dije que si no era mucha molestia, avanzara un poco más hasta Gent, y así visitaba a otro amigo del colegio que está de Erasmus allí. Quedamos de acuerdo en el precio, y el viernes a las 14 ya estamos en camino. Él, yo, y una furgoneta llena de cajas vacías, que no entendí muy bien por qué llevaba a un amigo suyo en Inglaterra.
Íbamos escuchando la radio. Música de la buena. Queen, David Bowie... Y entramos en Alemania. Wojtek me dijo que no le gustaba la radio alemana, y que se había grabado un audiobook para hacer más llevadero el viaje... pero era en polaco. ¿Habéis escuchado alguna vez un libro de Stephen King en polaco? Yo sí. Y os aseguro que no es agradable...

Me estoy alargando demasiado, así que pasemos directamente a decir que llegué a Gent el sábado a la 1 de la madrugada, después de haber dormido casi todo el viaje. Allí ya me esperaba mi amigo Joan. Descargamos, cogimos un par de bicis, y nos fuimos al centro a ver si encontrábamos algo abierto, bajo una lluvia torrencial que nos dejó calados hasta los huesos. Fuimos de un garito a otro, y todos estaban cerrando, hasta que entramos en un local con decoración de Halloween y gente muy cocida. Allí disfrutamos de una buena cerveza belga, nos pusimos al día de nuestras respectivas vidas, y nos fuimos a casa, ya sin lluvia, que a la mañana siguiente él se iba a Antwerpen y yo a Bruselas.
El sábado por la mañana mientras íbamos a la estación de tren oí un "¿Nico?" que me hizo parar. Allí estaba Chema, un gallego al que conocí en Moncloa en mi primer año en Madrid. Resulta que estaba de Erasmus en Lille y, al igual que yo, se había venido a Gent a ver a un amigo. ¡Qué pequeño y extraordinario es el mundo! Me despedí de él, me despedí de Joan y me dirigí a Bruselas. Allí estaba durmiendo mi amiga Olga, después de una dura noche de Halloween, así que la llamé para despertarla y avisar de mi llegada. Aunque costó, nos encontramos y nos fuimos a uno de los mil sitios de "fritos" que hay en la ciudad para comer algo. Estos sitios tienen un gran barreño con aceite hirviendo, y varias cosas susceptibles de ser freídas en el expositor. Tú seleccionas lo que quieres, lo meten en el barreño, y en pocos minutos tienes lista tu comida. No será sano, pero está de bueno...
El gallego de erasmus en Lille al que conocí en Madrid y que me
encontré por casualidad en Gent...
Por ahora lo dejo aquí, y mañana os cuento mis visitas por Bruselas, ok?

jueves, 31 de octubre de 2013

Fin de semana "polaco"

Perdón por escribir con tan poca frecuencia. No es que no tengo tiempo o cosas por explicar, porque tengo de ambos en abundancia... Pido perdón y espero rectificar.
Os voy a contar muy brevemente lo que hice el fin de semana pasado, intentando evadirme de la infinidad de españoles que hay por aquí.

De las 4 asignaturas que tengo este cuatrimestre, sólo una es con polacos. Más concretamente, con polacas, porque parece que en esta ciudad, la carrera de Química es sólo para féminas. Así pues, el miércoles, en un intento de hacer amistad con la gente con la que compartiré laboratorio durante 4 meses, fui a tomar algo con 4 de mis compañeras polacas. Y fue una tarde/noche muy interesante. Me asombró especialmente que hacían un gran esfuerzo por hablar inglés incluso entre ellas para que yo las pudiera entender. Me planteé una situación inversa: un polaca se viene a Madrid a tomarse unas cervezas con 3 de mis colegas españoles. Francamente, me parece casi imposible que entre nosotros hablemos en inglés. ¿Qué pasa con la educación en España? Buena pregunta...

Las dos que están a mi lado son mis compis de laboratorio.
La otra se coló...
El viernes por la tarde fui a jugar a fútbol-7 con un grupo de polacos. Y aunque me lo pasé bien, eso no es fútbol. Al menos, no es el fútbol del que he podido disfrutar durante 3 años en Altamira. Empezamos el partido y me sorprendió que nadie se coloca como mediocentro. No lo necesitan. Hay atacantes y defensores. Nada más. El pase en corto no lo conocen. Sólo balonazos de un lado a otro. ¿Qué pasa al final? Que pones a un español en medio, les animas a jugar, y el resultado es de escándalo. Ganamos 19-6 o 20-6, algo así. Hat trick y hasta la próxima.
Ese mismo día, por la noche, para descansar también un poco de tanto polaco, me fui con otro español y un grupo de unos 10 griegos a por cervezas. En serio, hay 3 chicas griegas aquí que saben MUY BIEN lo que es un buen bar. Olvidaos de discotecas y tonterías. Las dos veces que he salido con ellas hemos ido a bares muy cool, con poca iluminación, buena decoración y música espectacular (para que os hagáis una idea, estaba sonando Amélie cuando llegamos al bar ese viernes...).

Por último, el sábado fui "contratado" por una academia de español para tocar la guitarra y cantar canciones "typical Spanish" a un grupo de polacos que quieren aprender español. Divertidísimo. Ver a un montón de polacos cantando La Macarena, La Bamba, Fito, La Fuga... Y, por supuesto, ¡cayeron Los Patitos! Siento no tener ningún vídeo, porque la verdad es que fue una tarde espectacular!

Y eso es todo por ahora, que me alargo demasiado...

viernes, 18 de octubre de 2013

De mi primer viaje por tierras polacas

El fin de semana pasado se montaron dos planes alternativos para salir de la ciudad un par de días. Uno de ellos consistía en ir a la montaña a relajarse y aunque me apetecía un montón, lo rechacé principalmente porque el grupo consistía solo de españoles (de españolas, más concretamente...). El segundo era mucho más internacional y era ir a Gdansk, una ciudad al norte de Polonia, tocando el mar báltico.

Lo más interesante del museo de ámbar
Éramos un grupo muy grande, y no salimos todos a la vez. Unos cuantos salieron el jueves por la noche. Los que teníamos clase el viernes, cogimos un tren ese mismo día a las once de la noche, y después de casi 10 horas de viaje llegamos a nuestro destino. Fuimos directos al hostal (muy chulo, por cierto. Hostal "La Guitarra", decorado con pósters de los más grandes por todos lados: Eric Clapton, Mark Knopfler, Paco de Lucía, David Gilmour... Sólo eché de menos a Brian May), pero era demasiado pronto para hacer el Check-in, así que dejamos nuestras maletas por ahí y nos fuimos a visitar la ciudad: Hala Targowa (viene a ser como el mercado, que hay en todas las ciudades), un antiguo molino, una iglesia muy destrozada por la guerra y poco reconstruida... y un museo de ámbar. Sinceramente, puedo decir que es el museo más aburrido que jamás he visitado: cuatro o cinco plantas dedicadas únicamente al ámbar. La primera te explicaba qué es eso del ámbar (si os interesa, id al museo. Me niego a explicarlo); los otros tres, todo tipo de joyas, esculturas, jarrones hecho de ámbar.
Después de comer me fui a dormir, porque el viaje en tren había sido duro. Por la noche, nos fuimos a Sopot, que es un pueblecito junto a Gdansk donde está la playa. Mala gestión. Ese sitio es demasiado turístico, y de noche no hay nada que visitar...

Y esto, amigos, es el mar báltico...
El domingo por la mañana fuimos al museo nacional de arte, y fue una suerte ir con un par de estudiantes de historia del arte que nos iban contando detalles de los cuadros que probablemente nos hubieran pasado desapercibidos. Después de esto nos fuimos otra vez a Sopot, pero esta vez a ver la playa y a sacarnos fotos por ahí... Hubo un momento de tensión al llegar allí (debían ser un poco más de las 4 de la tarde). Algunos nos moríamos de hambre, y otros preferían ir a sacarse fotos en la playa antes de que anocheciera (es verdad que en Polonia anochece antes, pero tampoco hay que pasarse...), así que el grupo se volvió a dividir, y Sara, Vicky y yo comimos en un italiano exageradamente bueno. Y nos fuimos a la playa. Nos sacamos fotos a orillas del mar báltico y volvimos a Gdansk. La nota curiosa de la tarde la pusieron unos músicos sudamericanos que estaban en la plaza principal de Sopot dando un concierto y cantando temazos como "Canta y no llores" y otros que ahora mismo no recuerdo, pero que los españoles conocíamos.
A las 10 de la noche cogimos el tren de vuelta a Wroclaw, para llegar el lunes por la mañana y así los que tenían clase el lunes podían asistir.

El resumen del viaje para mí es que estuvo muy mal organizado, y que el destino no era el más apropiado en estas fechas (estoy seguro de que en primavera/verano, esa ciudad es mucho más bonita).
8 españoles, 3 croatas, 3 belgas, 1 francesa, 1 griego, 1 escocés,
1 italiano y Dora. Faltan otra escocesa y varias portuguesas...
No está mal, ¿eh?

jueves, 10 de octubre de 2013

¡Ser feliz sí garantiza un futuro!

Es alucinante lo que uno puede llegar a descubrir cuando se pone a ver los vídeos que la gente cuelga en facebook, en vez de limitarse a poner "me gusta". Como aquí en Polonia tengo mucho tiempo libre, aprovecho para descubrir nuevas maravillas, y ayer una buena amiga colgó esto:



Te cagas, ¿eh? Es para pensarlo. Siempre he oído "no se trata de hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace", y aunque la frase es bonita y no totalmente falsa, tampoco me parece totalmente correcta. Está claro que tenemos que amar y poner pasión en lo que hacemos si queremos vivir felices, pero si hay más de un camino, ¿por qué no cojo el que realmente mueve mi alma? ¿Quién eres tú para garantizarme que ir a clases de ampliación de matemáticas cuando tengo 6 años me llevará a un futuro estable, feliz y sin preocupaciones? De hecho, ¿quién eres tú para decidir qué me dará de comer? ¿Quién eres tú para decirme qué es un trabajo "de verdad"? ¿O un "buen trabajo"? ¿O un "buen sueldo"?

"¿Y así estaré más contenta que haciendo lo que me gusta?" La pregunta de la niña es para darle vueltas...

jueves, 3 de octubre de 2013

Horarios y tal...

Hoy he ido por segunda vez a mi facultad. La primera fue el jueves pasado, a recoger mi carné de estudiante y a que me dijeran que tenía que volver hoy a las 9:00 para aclarar las asignaturas que cursaría.

A las 9 hemos llegado allí los 3 españoles que sabíamos que éramos de química, y nos hemos encontrado únicamente con otros 3 estudiantes: otro español y 2 italianos. Nos dicen que el coordinador no se acordaba de nuestro meeting y que tenemos que esperar. Mal empezamos. Como no podía ser de otra manera, nos ponemos a hablar sólo en español entre nosotros mientras esperamos. Mal seguimos. A las 9:20, más o menos, nos hacen pasar a una salita, donde nos repiten que el coordinaron tardará unos 10 minutos. "I hope", añade la mujer que nos informa. Cerca de las 10 llega el coordinador y empieza a disculparse. Empezamos.

Los 6 estudiantes entregamos nuestro Learning Agreement, un documento que rellenamos antes de venir con las asignaturas que queríamos cursar, asignaturas que sacamos de la página web de la Universidad de Wroclaw. Este documento había sido aprobado por la facultad de origen y la de destino. Nos dan otro papel y nos dicen, con buenas palabras, que nos olvidemos de las asignaturas que habíamos escogido. Que no se han abierto todos los cursos que esperaban y que el papel que nos daban era la nueva oferta. La verdad es que como me matriculé un poco de lo que me pareció más fácil, no me importaba cambiar otra vez de asignaturas, más que por la de Química Forense, que realmente me apetecía y ya no estaba en la nueva oferta. El resto de estudiantes sí que estaba bastante alterado, porque intuyen que van a tener problemas con sus universidades de origen. En la UCM trabajan distinto...

Aunque la cosa había empezado mal, yo poco a poco me iba sintiendo a gusto y con muchas ganas de empezar. La mayoría de asignaturas que se nos ofrecían eran laboratorios. Muy poca teoría, mucha práctica y sin necesidad de examen. ¿Dónde hay que firmar? El coordinador me ha visto muy alegre, y en cuanto ha tenido la mínima oportunidad, me ha "fichado" para su grupo de investigación para realizar mi proyecto de fin de grado en Química Computacional. Tiene buena pinta, pero mañana tengo una nueva reunión con todo el equipo para enterarme bien de lo que tendría que hacer, así que por ahora no os puedo dar más detalle.

Al final, mi curso queda así: tengo una asignatura anual (Qualitative & quantitative analitical chemistry), 3 cuatrimestrales ahora (Physicochemical methods of analisis, Basic inorganic chemistry y Chemistry in action) y otras 2 en el siguiente cuatrimestre (Green chemistry y English for science and technology)

domingo, 29 de septiembre de 2013

Mama...

Llevo una semana en Polonia. Justo el domingo pasado por la mañana llegué a Wroclaw. El resumen de esta primera semana es que me está encantando la ciudad, pero ya tengo ganas de empezar las clases. Sin embargo, no quiero hablar de esto.

No puedo evitar sentir que me marché de casa dejando cosas por hacer. Durante mis últimos días en Catalunya hubo mucha tensión con mi madre, por motivos que no quiero ni tengo que exponer aquí. Me sienta mal haberme ido así. Está claro que opinamos distinto en ciertas cosas, y también es cierto que he dicho cosas que posiblemente me tenía que haber callado. Pero quiero que sepas que siempre doy gracias por todo lo que me has enseñado. Aunque no lo parezca, me esfuerzo por no decepcionarte.
Sé que no te gusta mi tatuaje, pero es una forma de recordarme quién soy; voy cambiando, pienso las cosas y las hago como las creo correctas, pero sin olvidar jamás todo lo que he vivido, todo lo que he aprendido en casa. Algunos de mis amigos han llegado a recriminarme que cuando hablan conmigo parece que estén hablando con mi familia, porque continuamente te menciono a ti, a papá, a mis hermanos...

Creo que no estoy hablando muy claro, pero espero haberme explicado y disculpado. Te dejo con una preciosa canción rusa que cantan mis antiguas profesoras del Aula Musical:



(Nota: en una de las habitaciones de mi planta vive un ruso y se me ha ocurrido preguntarle por el significado de la canción. Resulta que es como si se la cantaran a una madre muy mayor, que está en las últimas... Pero el estribillo dice "Mi tierna, mi dulce, mi silenciosa madre...". Quédate con esto, mejor).

jueves, 26 de septiembre de 2013

Segundas impresiones

Como ya avisé, varias cosas han cambiado. No contaré todo lo que he descubierto sobre Wroclaw ahora mismo, sino que procuraré ser breve e ir actualizando a menudo.

Básicamente han cambiado 3 cosas:

1) Mi habitación. Lo de las dos camas fue provisional. Ahora estoy en mi habitación definitiva, que sólo tiene una cama. Aún así, seguís estando todos invitados a venir cuando queráis (y podáis...).
2) Internet. Ya tengo conexión en la residencia, pero solo por cable. Por lo tanto, tengo que seguir escapándome al McDonald's una o dos veces al día para leer los whatsapps. Pero no dejéis de escribirme, por favor! Me hace mucha ilusión que os acordéis de mí de vez en cuando...
3) Mi visión de Wroclaw. Claramente, lo que yo había visto de la ciudad no era lo mejor ni por asomo. Ayer hicimos una visita guiada con los demás estudiantes erasmus (por grupos, para poder disfrutar mejor de la visita...), y fue espectacular. Estoy enamorado de esta ciudad, de su historia, de su gente, de sus puentes, de su cerveza...

Como ya he dicho, espero ir actualizando el blog a menudo (dos o tres veces por semana), e iros detallando cómo va mi vida por aquí, qué cosas se pueden ver por la ciudad... También espero acompañarlo de fotos. De momento os conformáis con esta de Google Imágenes.

martes, 24 de septiembre de 2013

Todos estamos con #Iñigo_BB

Voy a hacer una entrada rapidita, que no tiene nada que ver con Polonia.
Un amigo mío acaba de terminar un casting para estar en una BoyBand, como muchos sabéis. No ha salido elegido, pero desde aquí quiero daros las gracias a todos los que le habéis apoyado. Sólo quería informaros de que la votación va de la siguiente forma: el que recibe más menciones por Twitter consigue  votos, y hay otros  votos de las  personas del jurado.

Un youtuber ha ganado la batalla de Twitter con mucha diferencia, con lo que ya se ha llevado esos dos votos. De los tres votos del jurado, Mario Vaquerizo ha apostado por el que iba "mejor" vestido y Jorge Salvador ha decidido votar en blanco. Pero Carlos Jean, la única persona del jurado que realmente entiende de música, ha votado por Íñigo.
Otro detalle interesante: el que ganó la batalla twittera la semana pasada tuvo unas 1000 menciones en Twitter. Esta semana Íñigo ha quedado segundo con más de 4000 menciones. Algo tendrá el chaval, digo yo.

Creo que no ha sido correcta la forma de elegir al miembro de la BoyBand, pero sabíamos cuales eran las reglas, así que no nos podemos quejar ahora. Sin embargo, victoria moral para Íñigo, que ha conseguido hacerse ver durante esta semana. Tarde o temprano, alguien llamará a su puerta. Y no será para una BoyBand para niñas adolescentes...

Aquí os dejo una muestra de lo que vale este muchacho, para los que no le hayáis oído cantar:

lunes, 23 de septiembre de 2013

Primeras impresiones

Ya estoy en Wroclaw. Acabo de llegar a la residencia Olówek, y escribo esto en un documento Word, porque todavía no tengo WiFi. Ya lo colgaré cuando pueda…

La primera impresión que me llevo de Wroclaw es que es una ciudad sucia y muy antigua. Al menos los barrios por los que iban pasando los dos buses que me han llevado del aeropuerto a la residencia eran bastante grises. Hay muchos edificios en obras, poca gente por la calle, y no hace tanto frío como la gente me quería hacer creer (por ahora…).

La residencia está bien. Aunque estoy en una habitación individual, tengo dos camas (guiño a todos aquellos que queráis venir a visitarme…), y muchíiiiisimo espacio para estudiar. Estoy en un noveno piso, y tengo una terracita desde la que veo un McDonald’s 24h, un depósito de coches destrozados (creo), un Destsche Bank, una gasolinera bp, una bonita avenida (Pl. Grunwaldzki) y varios edificios de colores curiosos, como verde pistacho o naranja descolorido. La verdad es que ahora que me fijo en mi barrio, lo encuentro bastante bonito y coloreado, y no tan gris como me había parecido la ciudad al venir en bus.

Supongo que iré descubriendo cosas con el tiempo, que espero contaros y acompañarlo de fotos. Por ahora, os conformáis con la letra.

(Nota: después de un día en Wroclaw han cambiado varias cosas, pero esto es lo que escribí nada más llegar a la residencia, y así se quedará. Mañana intentaré colgar una nueva entrada).

jueves, 19 de septiembre de 2013

¿Qué es el dinero?

Seré breve: a la mierda el dinero.
Porque realmente, ¿qué es el dinero? Un invento nuestro para poder dividir a la sociedad en "ricos" y "pobres". ¿Qué necesidad hay de preocuparse tanto por tener más y más? ¿Quién fue el listo que dijo: "si tú me das estas dos vacas, yo te doy un par de trocitos de metal. ¿Trato?"? ¿Quién fue el genio que puso precio a la educación? No lo entiendo. ¿Por qué no nos pagamos con amor? ¿Por qué no actuamos desinteresadamente? ¿Por qué no damos sin esperar nada a cambio? O, por qué no, esperando algo a cambio: yo te enseño a sumar, porque sé que tú me enseñarás a leer. La respuesta es más que evidente: el mundo está demasiado corrupto y esto que propones es una utopía.

No lo niego, es utópico. Pero me molesta tantísimo que la gente que me rodea se enfade por culpa del dinero, que no sé qué decir. Un buen amigo ha colgado este vídeo en facebook, y yo lo comparto con vosotros.



La gente es agradecida. La gente quiere ser amada. Todo sería mucho más fácil si hiciéramos más caso a San Agustín: "Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos".
O, como dice Monseñor Myriel en Les Misérables, "A los que ignoran, enseñadles todo lo que podáis;la sociedad es culpable de no dar enseñanza gratis: es responsable de la noche que produce. Esta alma está llena de sombras, y allí se comete el pecado. El culpable no es quien ha cometido el pecado, sino aquél que ha hecho la sombra". Para pensarlo con calma...

martes, 17 de septiembre de 2013

Reflexiones antes de partir

Estoy en el autobús, dejando Madrid una vez más. En menos de una semana pondré rumbo a Polonia, y ayer por la noche reflexioné sobre lo que ha sido este último año. Lo que llevamos de 2013, al menos. Y no me gustó las conclusiones a las que llegué.

Es cierto que han pasado cosas muy buenas: la familia se agranda con dos sobrinas más; mi hermano y su mujer ya tienen una casa propia en la que vivir; he hecho un curso de teatro maravilloso, en el que he conocido gente estupenda...
Pero por otro lado, me doy cuenta de que he hecho daño o he decepcionado a gente que me quiere más de lo que merezco, gente que confiaba en mí. Y darse cuenta de esto es duro. Me doy cuenta de que me estoy convirtiendo en un tipo de persona que siempre he despreciado. Me fui de Catalunya, en parte, porque no me gustaba el camino que llevaba ahí. Y ahora necesito irme de Madrid, cambiar de aires, porque el camino que sigo ahora me gusta menos que el anterior.

Desde aquí, y antes de irme, quiero pedir perdón a toda esa gente que se ha sentido decepcionada por mi actitud de estos últimos 5 ó 6 meses. Como diría Cristiano, "no me siento feliz", aunque creo que ahora estoy en el buen camino.
Es importante no olvidar todo lo que hemos vivido. Quiero cambiar, pero no puedo renunciar a quién soy, a mis aciertos y mis errores. Usar el pasado para aprender, y no huir de él, es lo que lleva a una persona a la madurez, y esto es lo que creo que he estado evitando.

Gracias por su atención, y perdón por esta entrada tan ambigua.

viernes, 13 de septiembre de 2013

SMILE!

Hoy me han recomendado que vea este corto. No voy a comentar nada, porque dura 15 minutos. Sencillamente vedlo, y sacad vuestras conclusiones.



¡Qué fácil y ser feliz y cuánto nos complicamos!

jueves, 12 de septiembre de 2013

Regreso en un beautiful day

Hace un par de días hice el que espero sea mi último examen en la Uniersidad Complutense de Madrid. Ahora estoy oficialmente de vacaciones y, para los que no lo sepáis, el día 22 me voy a Polonia, de ERASMUS. ¡Esto significa que A LA MEVA vuelve! Voy a intentar escribir un par de veces por semana para ir informando de cómo van las cosas por allí.

De momento, a modo de retorno, os dejo con un temazo, que escuchaba ayer mientras me duchaba:



Ayer por la mañana, en Madrid, llovía que daba gusto; en Catalunya se estaba montando una cadena por la independencia, y en Facebook y Twitter leía comentarios lamentables de amigos míos insultando a catalanes o a españoles según fuera su procedencia. Y escuchaba esta canción mientras me duchaba y pensaba: "¿Por qué enfadarse? ¿Por qué tanta tensión? Me da absolutamente igual lo que esté pasando en Catalunya o en Madrid; hoy es un día precioso y tengo que aprovecharlo...".
Y entonces me vino a la cabeza el mensaje que pusieron los de Altamira en la camiseta del campamento de este año: "Never let the things you want make you forget the things you have". Y eso voy a hacer. Poder vivir un día más es algo que tenemos cada mañana, y no podemos olvidarnos de VIVIR por querer alcanzar algún objetivo, por importante que éste nos parezca...

jueves, 13 de junio de 2013

El placer más placentero

Y se acabó el segundo examen. El primero ya está aprobado, y confío en que este también. Después de comer, me he entregado en plenitud al placer más grato que conozco. Este placer no tienen nada que ver con comida, ni con sexo, ni con ropa, y no hay ninguno que se le pueda igualar.

Como decía, después de comer, he cogido el ordenador. Lo he instalado al lado de mi cama. Me he puesto los auriculares. He subido el volumen al máximo. He puesto en reproducción el CD de Les Miserables 10th Anniversary. He cerrado los ojos, y he dejado que la música fluyera por mi cerebro. Cada nota rebotaba dentro de mi cabeza, cada escena venía a mi mente. Veía a Jean Valjean redimirse ante el gesto del obispo; a Fantine destrozada por un falso amor de juventud; a Javert persiguiendo una sombra que su mente ha creado y a la que es incapaz de renunciar; a Eponine resignarse ante un amado que no le corresponde; y...




Veía a unos estudiantes con ganas de cambiar Francia, con metas altas en sus vidas. Mientras tanto, yo estoy estudiando una carrera que cada día me gusta menos, intentando sacar unos exámenes sin ningún afán de aprender, sólo de terminar. Hace que uno se plantee cosas: en la situación en la que me encuentro, ¿podría hacer más? ¿Podría usar estos conocimientos que aparentemente no me interesan para cambiar algo? ¿No podría interesarme más por lo que hago? Alguien dijo que la felicidad no está en hacer lo que quieres, sino en querer lo que haces. Telita. Una vez más, los miserables vienen en mi ayuda para enderezar el rumbo.
Os recomiendo que cuando hagáis como yo: subid el volumen al máximo, cerrad los ojos, y dejad que unos miserables guíen vuestro camino.

martes, 11 de junio de 2013

Rhapsody in balls

Hoy, cuando varios de mis amigos ya llevan una o dos semanas de vacaciones, he empezado exámenes. Primer examen de 5 (esperemos...).

Es una norma no escrita entre los estudiantes que el día que haces un examen, no contabiliza como "día de estudio" para otros exámenes. Lo único que te apetece es dormir y ver vídeos en youtube. Pero hoy tengo que romper con esta regla. El jueves tengo el siguiente, y no me sobra el tiempo, así que descanso el tiempo suficiente para escuchar una canción y escribir esta entrada:




He visto el vídeo ya montones de veces, pero no me canso de verlo una y otra vez. Y es que algo especial tiene el blues, que uno puede incluso tocar las pelotas y obtener una preciosa melodía...

viernes, 7 de junio de 2013

Retorno incierto



Vuelvo a escribir. No sé si por mucho tiempo, pero de alguna forma necesito airearme del estudio, y el blog puede ser un buen remedio. Lo que puedo prometer, es que el curso que viene, desde Polonia, escribiré de forma regular.

Por ahora, lo que os voy a contar es que llevo un año repartiendo folletos de la Ecole Française de Danse cuando me lo piden, y en este tiempo he distinguido 4 tipos de actitudes al recibir los flyers:


Por un lado, están los dos extremos; los buenos y los malos. Están los que te cogen la publicidad, te sonríen, te dan las gracias, algunos incluso te piden información sobre lo que estás repartiendo. Este grupo son la inmensa mayoría, y hacen que tu trabajo sea muy fácil. El grupo de los malos son los que hacen todo lo contrario: no sólo no te cogen lo que repartes, sino que además te ignoran. Giran la cabeza más de lo que los médicos recomiendan para no tener que cruzar su mirada con la tuya. Son de los que piensan "si no le veo, no me ve". Gente desagradable hay por todos lados, pero gracias a Dios, este es el grupo más reducido.

Por otro lado están los intermedios: los que cogen los folletos sin apenas mirarte, y los que no te lo cogen, pero te sonríen y dicen "no, gracias". Yo, sinceramente, prefiero que no me lo cojan y que sean simpáticos, que no esos prepotentes que creen estar haciéndote un favor por coger un pedazo de papel de tus manos con cara de amargado.

Y hasta aquí la entrada. Sé que no es muy potente, pero poco a poco iré recuperando el hábito de escribir, afilaré mis puñales y empezaré a repartir estopa. Todo llegará...

sábado, 23 de marzo de 2013

Fallas, pasodobles y borrachera

El fin de semana pasado estuve por primera vez en las Fallas de Valencia. Mi hermano vive allí, y lleva ya varios años invitándome a ir. La idea inicial era que me llevara el saxo y me colara entre su banda para tocar, pero no hice los deberes: no me miré las partituras que me pasó, así que llegamos a la conclusión de que lo mejor sería no meterse.
Aun así, disfruté un montón. Recorrí las calles de Valencia al lado de su banda, escuchando una música que para mí era desconocida hasta hace bien poco: los pasodobles. ¡Qué maravilla! Mientras yo paseaba así por Valencia, visitando las fallas, escuchando a las bandas, viendo los "desfiles" falleros, pensaba en la enorme cantidad de gente que se pierde esta parte de las fiestas. Esos que únicamente van a Valencia a ver los focs, entre litros de alcohol, y que se pasan las mañanas durmiendo mientras ocurre la verdadera fiesta. Cada uno tiene sus gustos. Pero lo único que puedo decir, es que la noche en la que más disfruté fue la de la ofrenda floral de la falla en la que participaba la banda de mi hermano.
Habían quedado a las 20 en la falla. Desde allí empezamos un recorrido por el barrio, tocando música de xaranga, bailando y riendo sin parar, que acabó en la misma falla. Entonces nos fuimos al bus que nos llevaría al centro de la ciudad, donde empezaba la "peregrinación". Pero íbamos con demasiado tiempo, así que nos tocó esperar durante más de media hora en el bus. Evidentemente, yo me subí al bus de la banda, e hice bien. Cuando vimos que tocaba esperar, la gente empezó a sacar instrumentos, a tocar dentro del bus, a hacer un poco el animal... Un par de megáfonos también ayudaban a animar a todo el mundo a cantar.
Por fin el bus arranca y llegamos a nuestro destino. Entonces tenemos que esperar en el puente, y la banda sigue entreteniendo a todo el mundo para que a nadie se le haga demasiado larga la espera... y por fin avanzamos. Entonces se ponen serios. Empiezan los pasodobles: Tomás Ferrús, el gato montés, Paquito chocolatero...
Y, por último, cuando llegamos hasta la Virgen, a la que se le está confeccionando un vestido de flores con las ofrendas de las falleras, el pasodoble por excelencia en esta hermosa ciudad:


(Me hubiera gustado que pudierais disfrutar de una versión en la calle, como la que pude escuchar yo, pero al menos en esta el audio es bueno...)

La vuelta fue menos animada, porque la gente ya estaba cansada después de horas y horas tocando, pero todavía había algún que otro afectado por el alcohol que seguía dando caña. Al final, llegamos a casa de mi hermano a la 1 de la madrugada, después de una noche inolvidable. Os animo a disfrutar de las verdaderas fallas.

jueves, 7 de marzo de 2013

Beekeeping y alguna cosa más

Este blog está muy inactivo. Cierto. Pero tengo un par de motivos para no colgar nada.
El primero es que cada vez menos gente lee lo que escribo. Llega un momento en la vida de un bloguero, en el que te planteas para qué o para quién estás escribiendo. No hay respuesta. Colgué una encuesta sobre la reciente noticia de que Un Servidor iba a dejar de escribir y, para mi sorpresa, la encuesta sólo tuvo 6 participantes. Lamentable. No es que escriba para ser reconocido por los demás, pero siempre motiva el tener comentarios y esas cosas. No obstante, este no es el principal motivo por el que escribo menos.

La verdadera razón es la mala organización de la facultad de Químicas. El año pasado nos dijeron que los profesores se reúnen antes de empezar las clases para confeccionar unos horarios que puedan ir bien a todo el mundo, y nos aseguraron que NUNCA tendríamos más de 3 días de laboratorio por semana. Mentira. Este año han sido pocas las semanas que he tenido menos de 4 días de prácticas. Esto quita mucho tiempo, porque tienes que pasar el día entero en la facultad, y cuando llegas a casa lo último que te apetece es meterte en el ordenador para escribir cuatro idioteces que leerán 20 personas. Sólo para que os hagáis una idea de lo duro que es todo esto, diré que antes veía un capítulo de alguna serie todas las noches, sin excepción. Ahora llevo un retraso de 2 capítulos tanto en The Big Bang Theory como en Castle.

Por último, hace poco, mientras buscaba una entrada antigua que nunca llegué a escribir, leí algunos de mis escritos de mi primer año en Madrid, y la calidad ha empeorado considerablemente. A lo mejor tendré que parar durante un tiempo. No lo sé. Por ahora, disfrutad de este vídeo, que espero que os enseñe muchas cosas sobre el cuidado de abejas:


lunes, 25 de febrero de 2013

Lo mejor de la gala

Una entrada rápida, para los que dicen que no actualizo el blog. No he visto nada de la gala de los Óscar ni tengo ninguna intención de hacerlo, aunque hoy me ha llegado este vídeo (gracias, Nacho), y creo que hubiera merecido la pena pasarse la noche en vela para poder ver esto:



Tribute To The Musicals - C Zeta Jones... por IdolxMuzic

Tomorrow we'll discover what our God in heaven has in store...

domingo, 10 de febrero de 2013

Otra felicitación

Ya sólo queda un examen. No sé cómo va a ir, aunque lo que sí sé es que hasta el momento, las cosas no han ido bien. Después del primer examen me llamaste, y me dijiste que querías ver un cambio radical. Lo primero que pensé fue: "Me piro". Este hubiera sido un cambio muy radical. Tenía dos opciones: una era comprar un billete de ida a Estados Unidos, y ver qué pasa. La otra era coger una mochila y subirme a un tren o un autobús, hacia cualquier dirección, pero fuera de España. Evidentemente, me faltan cojones para hacer esto, así que me puse a estudiar (a mi manera) para afrontar los exámenes que venían.

Seguí pensando en lo que me habías dicho. Está claro que no puedo seguir encarando la carrera como hasta ahora, algo tiene que cambiar. Ponerme a estudiar como un loco, sin salir de casa para nada, sin apenas dedicarle tiempo a comer o dormir era una estupidez. Para estos exámenes ya he llegado tarde, pero sí que puedo cambiar de cara a los siguientes. Al igual que Jean Valjean, me he labrado una nueva imagen al salir de mi ciudad natal, he querido empezar de nuevo (cosa que no está mal), pero he olvidado quién soy. Nunca he sido muy estudioso, pero siempre he llevado bien las asignaturas; no he tenido que temer nunca por los exámenes. Así pues, este será mi cambio: en este segundo cuatrimestre, llevaré las asignaturas al día, sin por ello dejar de dedicarle tiempo al fútbol o a la música. Sencillamente, tengo que recuperar la concepción de pérdida de tiempo que tenía cuando estudiaba en Catalunya, y no tenía más que una horita al día para repasarme la materia.

Ha quedado muy épica la comparación con Jean Valjean, así que os dejo con el vídeo en el que recuerda quién es: 24601




Per molts anys, mare!

viernes, 8 de febrero de 2013

Felicidades, siervo fiel

Hoy es el cumpleaños de Un Servidor. No me refiero a mi persona, sino a un ente curioso que se autodenomina Un Servidor (léase con pronunciación catalana). Este apreciado Servidor tiene un blog (escrito en catalán. Catalanofóbicos, absteneros de leerlo), en el que suele hablar de chorradas varias y con el que nos arranca más que una sonrisa a los que le conocemos.
Como estaba diciendo, Un Servidor hoy cumple años, y ha llegado a la extraña conclusión de que con X años (no voy a decir su edad, por respeto a su persona...) ya es demasiado maduro para hablar de Voldemort, los osos panda o la escritura manual. Por eso, mientras escuchaba una canción de Lana del Rey, decidió dejar de escribir.

Os propongo que participéis en una encuesta en la que se preguntará si queréis que siga escribiendo o no. Contestad que sí. Luego conectaros con otro ordenador y volved a contestar que sí. Y ahora mirad esto:




Per molts anys, Servidor. No deixis d'escriure.

jueves, 24 de enero de 2013

Risas antes de los exámenes

La semana que viene empiezo exámenes, y no hay nada como una mañana de estudio para terminar descubriendo vídeos tan buenos como este, en el que dos grandes hacen su particular homenaje a Broadway:




Hugh Jackman se ganó todo mi respeto después de su gran papel como Jean Valjean, pero al otro no le tenía tan visto. Aunque soy un fiel seguidor de varias series, siempre me he negado a ver How I Met Your Mother, porque cuando empecé a ver series ésta era una que todo el mundo veía. De vez en cuando he visto algún capítulo, y aunque el tío ese me parece gracioso, no le admiraba como le admiro ahora, después de ver esta maravilla.

Y ya está. Un vídeo genial en una entrada lamentable en la que no se habla de fútbol.

lunes, 21 de enero de 2013

Recuperamos la sonrisa


Retomamos el camino de la victoria en un partido no muy complicado y sin mucho fútbol.



Durante toda la semana habíamos insistido en la importancia de no relajarse. Los partidos no se ganan hasta que se juegan, así que salimos con intensidad. Álvaro, en punta, estaba jugando muy bien de espaldas a la portería, dando el balón a Rodri y Miguel, para que lo abrieran a las bandas, donde estaban Pablo y Carlos. Los charcos hacían difícil que el balón llegara a los extremos, pero en una de esas provocamos una falta en la frontal, y nuestro especialista, Álvaro, la coloca en la mismísima escuadra. 1-0 y nos relajamos. Los defensas empezaron a animarse: Javi subía por su banda y su hermano Luis probaba de marcar desde el medio campo. Jaime y Julio se mantenían bien en su sitio. En uno de los muchos trallazos que disparó, Luis Matas consiguió colocar el balón al fondo de la red. Nos íbamos al descanso con una clara ventaja en el marcador, pero veíamos que no estábamos jugando mucho.

En la segunda entraron Sancho y Jorge en el medio campo para intentar tocar un poco más, con Alvarito y Diego en las bandas, pero seguímos sin tocar. Nos limitábamos a dar balonazos sin mucho criterio. En otra falta llegó el 3-0 de las botas de Diego, con un poco de ayuda de la barrera, y la guinda la puso Álvaro RP con otro golazo: pase de Cucu a la espalda de la defensa, Álvaro la baja y con mucha sangre fría anota el 4-0. Entonces nos reorganizamos: Diego se colocó de delantero, Álvaro bajó al medio y Miguel, que estaba haciendo un partidazo, se colocó en la banda izquierda. Esos últimos minutos fueron los mejores: empezamos a tocar de un lado a otro, pasando el balón por el centro del campo, retrasando a los defensas si era necesario...

Al final el marcador se quedó como estaba, y Gonzalo se fue a su casa sin apenas tocar el balón. Ahora, a pensar ya en el próximo partido.

martes, 15 de enero de 2013

Se notan los turrones


Nueva derrota en uno de los peores partidos que hemos jugado hasta el momento. A aprender de los errores para seguir mejorando día a día.



El partido empezó mal. Pensábamos que no jugarían mucho en largo, porque están acostumbrados a jugar en campo pequeño, pero nos equivocamos. A los pocos minutos un pase al espacio sorprendió a nuestra defensa, y su delantero definió muy bien ante Seany. Nos repusimos a ese primer mazazo, y empezamos a crear peligro, entrando sobre todo por la banda izquierda, donde Pablo estaba haciendo una gran actuación. En una de estas, provocó una falta que Álvaro RP, nuestro especialista, se encargó de convertir en el empate. Aunque las principales ocasiones eran nuestras (Quique mandó un trallazo al larguero), sus contras ponían en aprietos a nuestros cuatro defensas: los dos Luis en el centro, Julio en la derecha y Javi en la izquierda, que regaló el 1-2 al no cubrir bien a su hombre. Con ese resultado nos íbamos al descanso, convencidos de que en la segunda parte corregiríamos lo visto. Nada más lejos de la realidad.

La segunda parte fue para olvidar. Los cambios no aportaron la frescura que se espera de ellos, y los que todavía estaban en el campo ya se habían quedado sin fuerzas. Diego no fue el delantero molesto para las defensas rivales que es en otros partidos; Miguel no acertaba a controlar bien ni un balón; Rafa se iba de excursión al área rival, olvidando su posición; Ramón y Rodri se entretenían con el balón en el medio campo y no conseguían que éste llegara a Luccini, quien apenas tocó bola... Cuando el partido ya expiraba, Luis Matas terminó de estropear una actuación para olvidar: primero se le escapó su marca, pero gracias a su velocidad logró cogerle cuando éste se plantaba en el área, le quitó el balón y, cuando ya estaba todo hecho, se giró y le regaló el gol a su delantero. 1-3 y a casa.

Olvidemos rápido este partido, y centrémonos en lo que nos queda para no cometer los mismos errores que venimos cometiendo en los dos últimos partidos. A pesar de estos dos tropiezos, tenemos que seguir demostrando que lucharemos por ser los mejores.

lunes, 7 de enero de 2013

Sobresaliente actuación

Estas navidades he ido a ver Les Misérables al cine. Ha sido increíble. Evidentemente, hay algunos detalles que cambiaría, pero no voy a comentarlos aquí. Sólo quiero decir que me he enamorado de Anne Hathaway, de su fantástica actuación, de cómo vive su papel, de cómo interpreta esta maravillosa canción (con la que se me llenan los ojos de lágrimas sólo con oír las primeras notas). Sólo puedo colgar la música, que ya es alucinante, pero creedme que si la veis mejora mucho más (si es que esto es posible...):




En fin, os animo a todos a leer el libro de Victor Hugo, porque la historia no tiene desperdicio. Me atrevería a decir que es de las mejores historias jamás escritas.