martes, 17 de septiembre de 2013

Reflexiones antes de partir

Estoy en el autobús, dejando Madrid una vez más. En menos de una semana pondré rumbo a Polonia, y ayer por la noche reflexioné sobre lo que ha sido este último año. Lo que llevamos de 2013, al menos. Y no me gustó las conclusiones a las que llegué.

Es cierto que han pasado cosas muy buenas: la familia se agranda con dos sobrinas más; mi hermano y su mujer ya tienen una casa propia en la que vivir; he hecho un curso de teatro maravilloso, en el que he conocido gente estupenda...
Pero por otro lado, me doy cuenta de que he hecho daño o he decepcionado a gente que me quiere más de lo que merezco, gente que confiaba en mí. Y darse cuenta de esto es duro. Me doy cuenta de que me estoy convirtiendo en un tipo de persona que siempre he despreciado. Me fui de Catalunya, en parte, porque no me gustaba el camino que llevaba ahí. Y ahora necesito irme de Madrid, cambiar de aires, porque el camino que sigo ahora me gusta menos que el anterior.

Desde aquí, y antes de irme, quiero pedir perdón a toda esa gente que se ha sentido decepcionada por mi actitud de estos últimos 5 ó 6 meses. Como diría Cristiano, "no me siento feliz", aunque creo que ahora estoy en el buen camino.
Es importante no olvidar todo lo que hemos vivido. Quiero cambiar, pero no puedo renunciar a quién soy, a mis aciertos y mis errores. Usar el pasado para aprender, y no huir de él, es lo que lleva a una persona a la madurez, y esto es lo que creo que he estado evitando.

Gracias por su atención, y perdón por esta entrada tan ambigua.

No hay comentarios: