domingo, 10 de noviembre de 2013

Segunda parte: Bruselas

Supongo que todos habréis oído hablar de la cerveza belga. Si no lo habéis hecho, os diré una única palabra: sensacional. Es la mejor cerveza que he probado nunca. Así que después de comer algo en el sitio de fritos, Olga y yo nos fuimos directamente a buscar un bar donde tomar una buena cerveza. Y el sitio fue el Delirium, el local que tiene el Record Guinness de "Bar con mayor número de cervezas". Para que os hagáis una idea, tienen un libro con la oferta de birras. Olga se pidió una Delirium, la cerveza propia del bar, y yo una Kasteel tostada. Buenísima. De camino allí habíamos pasado por la Grand-Place, la plaza del ayuntamiento, un sitio precioso donde estaría muy bien ponerse a tocar el saxo, y en la entrada del Delirium también pudimos ver la Jeanneke Pis, y si el Manneken Pis ya es ordinario, eso lo es todavía más. Es un simple reclamo turístico para que te acerques al bar...

La primera de muchas cervezas en Bélgica, en el Delirium...
Después de ir a casa y descargar las cosas, fuimos otra vez al centro, a conocer más bares y más cerveza.
Leef, Chimay, Maredsous, Grimbergen, Keizer Karel, Maes... Y por la noche, Pulp Fiction y a dormir.

En el Atomium. Como veis, también he hecho visitas turísticas...
El domingo por la mañana fui a una Misa en español que encontré por allí, comimos, y por la tarde un poco de visita turística, para que no se diga que sólo he ido a beber. Primero fuimos al parque del centenario, a ver el Atomium, una escultura que muestra un cristal de hierro, ampliado varias veces, y que dos químicos no podían dejar de visitar... Después de esto, fuimos al lado del río, donde había un supuesto espectáculo de luces... Unas cuantas proyecciones sobre los edificios, un hombre jugando con la electricidad, unos espejos para tocar las pelotas a los peatones... Así que terminamos yendo al único RockBar de la ciudad. Vacío. Se ve que siempre lo está y no sé por qué. Pedí al camarero que me pusiera algo de Queen, y el amigo se marcó el concierto de Wembley entero. Yo ya sé dónde pasaría todas las noches si viviera allí...

"La Corne du Bois des Pendus"
El lunes era mi último día entero en Bélgica, y para celebrarlo, Olga me llevó a su clase de francés. 3 horas, casi nada... Por suerte me dejó su libro electrónico y se me pasó bastante rápido. Y después de comer, a por las últimas cervezas. Fuimos a un bar a tomar La Corne, una cerveza curiosa por el vaso en el que te la sirven, que tiene forma de cuerno. Y luego a pedir unas patatas fritas al sitio donde dicen que tienen las mejores de toda la ciudad (¡que ya es decir!): el puestecito de Antoine, en la plaza Jourdan. La tienda está en el centro de la plaza, y tiene una especie de acuerdo con la mayoría de bares de allí, para que te dejen entrar con su comida a tomar una cerveza. Así todos salen ganando.


Y el martes...

2 comentarios:

Ferran dijo...

Ay, el martes... Ja m'hi espero. No t'oblidis de cap detall!

Anónimo dijo...

Nico! Veig que t'ho estas passant bé ee!! jajjajaja quina vida tuu! Aprofita!!