sábado, 30 de julio de 2011

Ya he terminado el libro, pero las vacaciones no se prestan a muchos escritos...

Creo que ya lo dije en algún post anterior, pero lo repito, por si acaso: ya he terminado de leer Los Miserables, de Victor Hugo. Es un libro buenísimo, aunque desde mi punto de vista, es bastante mejor el musical. Pero ya se sabe, para gustos, los colores.



Me gustaría comentar algunas cosas, pero cuando uno está de vacaciones suele estar muy vago (de hecho, por esto he tardado tanto en escribir esta entrada), así que voy a ser muy simple, lo cual no siempre es bueno.



En primer lugar, no entiendo a la gente que "censura" este libro. En mi opinión, lo que se censura es el autor, porque Victor Hugo es un personaje conflictivo, que decía haber hablado con Jesucristo en alguna de sus sesiones de espiritismo, y que en uno de sus libros (El Jorobado de Notre Dame), el personaje más malote de todos es el sacerdote. Sin embargo, este no es motivo para decir que todas sus novelas son inmorales. De hecho, aunque no he leído El Jorobado de Notre Dame, estoy seguro que tampoco es un libro malo, espiritualmente hablano, porque de gente que ha hecho las cosas mal las ha habido siempre y en todos lados.

Aunque también imagino que si Jiménez Losantos sacara un libro ahora en el que los catalanes quedaran como unas personas decentes, mucha gente no lo leería ni lo recomendaría a nadie. Es fácil crear estereotipos, pero muy difícil derribarlos, una vez ya están asimilados por todo el mundo.



También me gustaría comentar que, aunque me parece que le sobra mucha descripción y mucha historia de Francia, ha sido uno de los libros que más he disfrutado leyendo. Espero volver a leerlo dentro de un tiempo y profundizar un poco más.



Por el momento, me gustaría hablar un poco de los personajes por separado. No sé si voy a hablar de todos los personajes, no sé si voy ha hacerlo de forma seguida o esperaré un poco, pero me gustaría dejar aquí lo que pienso de ellos, para volver a verlo cuando lea otra vez el libro. Creo que puede ser un ejercicio divertido, ¿no?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vargas Llosa decía que Los miserables no había que leerla como una novela de aventuras, sino como un tratado religioso. Para él, Victor Hugo buscaba develar los misterios del otro mundo y los designios del Ser Supremo, que no son la creación y la redención del hombre, sino el perdón de Satán.
Admirables son las conversaciones que sostiene con los espíritus de grandes hombres en sus sesiones de espirítismo. Por ejemplo, a Lutero cuando le plantea sobre la veracidad y conveniencia de las sesiones y de los personajes que en ellas aparecían, éste le contesta: "No temas dudar.Duda aún más de todo. Evita las certezas. Shakespeare dudó y creó a Hamlet. Cervantes dudó y creó el Quijote.Dante dudó y creó el Infierno.Esquilo dudó y creó a Prometeo. Yo dudé y creé una religión."
Genial respuesta y más viniendo de un muerto.

Marc Roig Tió dijo...

Pues yo nunca me preocupé de la vida de Victor Hugo pero de las muchas cosas que me gustaron de Los Miserables, me sorprendió la bondad del obispo. Y la lectura que se saca de ahí es que una buena acción puede modificar una vida. Me diréis que es un libro, pero quiero creer que puede ser verdad. ¿Seríamos capaces de regalar unos candelabros de plata? Y... ¿qué pasaría si lo hiciéramos? Me da igual lo que le contaran los espíritus a Victor Hugo, me parece una obra genial.