Disfrutar también de lo bueno

Si la semana pasada os recomendaba disfrutar de lo sencillo, ahora me inclino más por lo realmente bueno, aunque estas dos cosas son fácilmente compatibles.

Un par de semanas antes de Navidad, me apunté a la Big Band de la UCM, para seguir tocando el saxo, que lo tenía bastante abandonado. El lunes hice mi primer concierto con ellos en Pozuelo, para unos críos de diferentes colegios. Estuvo bien, pero nada que ver con lo de este fin de semana: conciertazo en las Rozas.
Un antiguo guitarrista de la Big Band tiene un local en las Rozas (All In Rock Cafe), y nos invitó a ir allí a tocar para darse a conocer un poco, pues el bar está muy bien, pero muy mal situado, en mi opinión (en medio de un polígono industrial no hay mucho ambiente nocturno, que digamos...). La cosa empezó bastante bien, a las 22:45, pero lo mejor no fue nuestro concierto, sino lo que vino después: a la 1 terminamos, recogemos nuestras cosas y el propietario del bar se sube al escenario con su guitarra y con un italiano que toca el piano de pu*a madre, pidieron que se subiera un batería y empezó el espectáculo: una jam session de más de 4 horas, con la gente subiendo y bajando del escenario, y con el guitarrista y el pianista dejando alucinando a todo el público. Me pareció increíble que dos personas que nunca antes habían tocado juntos se entendieran tan bien, acordaran los solos, los breaks y demás movidas con tan solo una mirada. ¡BRUTAL!

Os recomiendo, si tenéis ocasión, que os paséis algún fin de semana por el All In, y disfrutéis de buena música, porque está claro que hacer pop facilón (rollo El Canto del Loco o cosas por el estilo) es mucho más sencillo, pero de vez en cuando hay que disfrutar de lo bueno...

(Siento no tener ningún vídeo que me ayude a convenceros...).