Los anfitriones, los granadinos del CME, el único equipo que nos ganó, cayó derrotado en cuartos de final contra los barceloneses de Pàdua, un equipo que se había clasificado en el último momento y por el que nadie apostaba (aunque su delantero fue el pichichi del campeonato...). Después de que los catalanes empezaran ganando por 3-0, el árbitro pitó 2 penaltis y una falta en la frontal del área que supusieron el 3-3. Aunque tal actitud fuera muy sospechosa, los de Pàdua siguieron a lo suyo y terminaron ganando 5-3.
Ya nos veíamos en la final, pero no había que confiarse, porque si habían ganado a los anfitriones sería por algo, así que salimos al campo con un equipo fuerte (una vez más nos tocaba jugar contra chavales más bajitos que nosotros), y en poco tiempo ya nos habíamos puesto 2-0 en el marcador. Eso pintaba muy bien, y aproveché para dar minutos a los menos habituales, ya que la final se preveía dura y era probable que necesitara al grueso del equipo durante los 40 minutos que duraría, si no había contratiempos...
El partido de semifinales no tuvo mucho más misterio: el resultado final fue de 3-1 y nos esperaban en la final los malagueños de Maestranza, que se habían impuesto por 3-2 en el último momento contra Jumara, de Zaragoza.
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| Celebrando el pase a la final... |
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