Sigo con la vuelta a Wrocław después de Semana Santa.
Al ir a casa, llené la maleta de ropa de invierno que suponía que ya no iba a necesitar, de tal forma que al volver a Polonia tendría una maleta prácticamente vacía, donde podría meter, además de las fresas para la familia de Mikołaj, algunos otros productos de mi querida tierra: panceta (sí, no es especialmente típico de Catalunya, pero sobró de una barbacoa que hicimos en casa y me la llevé), butifarra (blanca y negra) y
calçots. Marcos, un amigo madrileño del que ya he hablado en alguna otra ocasión, me había dicho que sabía preparar la salsa romesco, así que quedamos en que haríamos una calçotada a mi vuelta. Y la hicimos.
Tuvimos algunos problemas, porque para preparar los calçots se necesita llama, y la barbacoa que tenemos es casi de juguete, con lo que a duras penas se consiguen algunas brasas, y mucho menos un buen fuego. Además, como el tiempo no era el mejor, no pudimos ir al parque a montar la barbacoa, sino que nos instalamos en uno de los pequeños balcones que tenemos en cada habitación. Sin embargo, el resultado final fue espectacular, y la compañía, aunque escasa, era la mejor: Marcos, madrileño; Xabi, vasco, y Tobias, alemán. Os dejo con algunas fotos, ya que no hay mucho más que contar sobre el tema.
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Como podéis ver, hacer calçots en una barbacoa así tiene mérito |
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No tardamos nada en sacar las primeras cervezas... |
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Tobias, un alemán que no tiene problemas en adaptarse a otras culturas |
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Y Marcos, nuestro cocinero particular |
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Xabi, a mi derecha, y Marcos, a mi izquierda, parecían catalanes por momentos... |
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Y ya |
3 comentarios:
¿Butifarra en pan bimbo? ¡Sacrílego!
¡Olé!
Home, si a la "panceta" li dius cansalada ja sona més típic...
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