martes, 20 de noviembre de 2012

Esta no va de fútbol. Lo prometo.

Bueno, en realidad no va 100% sobre fútbol. Pero algo habrá. Es inevitable. He recibido duras críticas y amenazas de que este blog "dejará de molar" si sigo hablando sólo de fútbol, así que por un día voy a recuperar mi antiguo tema: despotricar de los estudios.

Necesito una motivación. Este verano (como el pasado...) me había propuesto meterme a saco con la carrera: he dejado las clases de canto y la Big Band para tener más tiempo, pero no ha servido de nada. No me gusta lo que estudio y sigo sin saber por qué lo estudio. Necesito algo que me motive a tomármelo en serio. Podría ser el dinero que están gastando mis padres en mi educación, pero no me sirve, porque lo voy aprobando todo, o sea que dinero no estamos perdiendo.
En un momento me piqué porque algunos compañeros me tenían por el tonto con suerte de la clase, pero tampoco duró mucho tiempo. Yo sé cómo soy y me la suda lo que piensen los demás. ¿Acaso pretendo sacarme la carrera para poder presumir de tener un título universitario? Dios no lo quiera...
Al fútbol (¿lo veis? Era imposible evitar el tema...) le dedico bastantes horas, y me gusta preparar bien los entrenamientos, pensar las convocatorias y las alineaciones con calma, para ser lo más justo posible. ¿Por qué no puedo dedicarle el mismo esfuerzo a la química? A lo mejor es porque siendo entrenador veo que aporto algo a alguien, mientras que lo de la química es sólo para mí. Entonces pienso que me podría motivar lo que aportaré cuando sea químico. Podría descubrir algo importante... pero no. El trabajo de investigación no es para mí. Esto lo tengo claro. Entonces, la docencia. Aportarás conocimientos a otra gente, la mayoría de los cuales estará como yo, sin saber muy bien por qué están estudiando eso y cagándose en el profesor que les obliga a ir a clase a escuchar cosas que no quieren oír...

Está claro que me he equivocado. No tenía claro lo que quería estudiar, y seguí adelante porque primero fue exageradamente fácil, y pensaba que toda la carrera sería así. Error. Si algún día tengo hijos, tengo muy claro que antes de mandarlos a la universidad les animaré a pensar muy bien en lo que quieren hacer. No se puede ir a la universidad con la mentalidad con la que yo he ido. Estoy perdiendo el gusto a todo en Madrid.  Sólo me queda el fútbol...

Este final es demasiado dramático, así que os dejo con una buena canción para que no os desmotivéis demasiado. La vida es la vida, y hay que vivirla.




And you call when it's over
You call it should last
Every minute of the future
Is a memory of the past
Cause we all gave the power
We all gave the best
And everyone gave everything
And every song everybody sang

Life is life

4 comentarios:

Un servidor dijo...

HOYGA NO ME BENGA CON MILONGAS CE APARTE DEL FUTVOL TANBIEN TIENE A LOS HAMIJOS. I HOYGA IO LE DIGO CE SU BIDA NO BA A ESTAR DEMACIADO CONDISIONADA POR LO CE ESTUDIE EN LA CARRERA. BIBA MÉGICO HOYGA!!!1

Charly dijo...

Vivir como buzo no está nada mal...

Yo dejo ideas.

Nico dijo...

No me tientes, Charly...

Anónimo dijo...

El teu blog segueix molant! ;)
Va, Nicooo! Ànims amb la carrera! Has de pensar que la química lo parteeh, (ex)rubiooh!
BONISSIMA LA CANÇÓ!!!